El privilegiado clima de Vigo dentro de Galicia la ha convertido en una de las ciudades más atractivas para los que desean unas agradables vacaciones en algunas de las mejores playas de España, acompañados de la riquísima gastronomía gallega y un montón de servicios que ofrece la red de Hoteles en Vigo. La ciudad industrial por todos conocida tiene un su interior un corazón muy interesante de visitar y un entorno natural privilegiado. Es la principal ciudad y motor económico de Galicia y eso le da un ambiente cosmopolita y urbano lejano al estereotipo rural que tiene la Comunidad.
Más de 800 alojamientos disponibles.
Las Islas Cíes: la joya natural de la costa atlántica.
Sabores atlánticos: la empatada gallega y el albariño.
La playa de Samil: belleza natural y aguas cristalinas.
El área metropolitana de Vigo acoge cada día medio millón de personas que trabajan o estudian en una dinámica ciudad de servicios que ha sabido sobrevivir a la crisis industrial. En cada barrio de la ciudad encontrarás una historia y todas ellas mirando al mar y a la Ría, de la que cada día parten decenas de barcos pesqueros que llevan a la gran Lonja de Vigo toneladas de pescado que abastecen los mercados de media España y parte de Europa. Una ciudad que une la tradición y la modernidad como pocas y que sabrá acogerte con los brazos abiertos.
A Vigo se puede llegar desde otras ciudades de España a través del avión y del tren. La Estación de Vigo-Guixar conecta de manera directa Vigo con el centro de España con varias líneas diarias. En un futuro se abrirá la línea de alta velocidad con Madrid. El Aeropuerto de Peinador de Vigo está a unos 9 kilómetros de la ciudad. Para ir del aeropuerto al centro en autobús tienes que coger la línea C9A que tiene una frecuencia de 30 minutos.
Vigo es una ciudad bastante grande y la mejor manera de moverse en la ciudad es a través de los conocidos Vitrasa, la empresa de autobuses urbanos. Un total de 35 líneas de Vitrasa conectan los principales puntos de la ciudad.
Hasta princpios del siglo XIX Vigo era una pequeña ciudad portuaria de Galicia y no fue hasta el gran auge industrial de finales de ese siglo cuando la ciudad presenta una fuerte explosión demográfica. Esto ha hecho que Vigo tenga en su casco urbano poca presencia de edificios y monumentos anteriores a esta época. Sin embargo, el patrimonio arquitectónico de finales del siglo XIX y principios del XX es muy rico, síntoma del poder económico que Vigo adquirió en la época. El centro de Vigo te sorprenderá y merece la pena ser callejeado. Desde la Porta do Sol, punto de encuentro de la sociedad viguesa, se puede empezar a recorrer tanto el Vigo preindustrial como el gran ensanche de la época más moderna. A Pocos metros de allí se encuentra el gran monumento de la ciudad, la Concatedral de Santa María de Vigo, también conocida como La Colegiata, que se construyó a principios del siglo XIX. Siguiendo hacia el mar nos encontraremos en la zona portuaria donde tenemos que parar en el Mercado de A Pedra. El propio mercado y las tiendas de los alrededores te permitirán tomar el pulso de la sociedad comercial viguesa. En muchos de los puestos podrás probar productos recién salidos de la lonja, como las conocidísimas ostras de la ría. A muy poca distancia y saliendo ya del barrio más antiguo nos encontraremos uno de los principales reclamos turísticos de Vigo, La Alameda. Este parque se ha enclavado en el centro de Vigo como un necesario paseo en el que disfrutar de las esculturas y el jardín botánico.
Fuera de esta zona central debemos hacer una visita a O Castro, el monte de la ciudad desde cuya cima tendrás las mejores vistas de Vigo y de la espectacular ría que se abre camino hacia el Atlántico. Los primeros pobladores del Vigo primitivo dejaron su impronta en el monte en forma de yacimiento arqueológico con reconstrucciones de las viviendas de la cultura castrense del primer milenio antes de cristo. En lo alto del monte todavía se conservan los restos de la antigua muralla y el castillo.
Uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad de Vigo es la playa de Samil, la preferida de los vigueses y de los turistas. Es una de las mejores playas del litoral Atlático y desde la arena se puede divisar el Parque Natural de las Islas Atlánticas. Junto a la playa de Samil, otro símbolo de la ciudad que ha significado tanto para los vigueses es el famoso Puente de Rande que atraviesa la Ría de Vigo.
Pero no te puedes ir de Vigo sin intentar visitar ese paraíso natural que representan las islas Cíes. El archipiélago no se puede visitar durante todo el año, solo en Semana Santa y en verano se botan las embarcaciones que llegan. Si quieres visitarlas es mejor que reserves con antelación una plaza en el barco ya que el número es limitado y en los meses más fuerte de turismo se suelen agotar con días de antelación. Sería una pena no poder ir.
Si hay sitios en donde todavía se puede comer comida sencilla y tradicional con productos frescos y de calidad ese es Vigo. Si te gusta el pescado y el marisco fresco no dudes en perderte en barrios como Berbés o Bouzas. ¿Y qué podemos comer en Vigo que sea típico? El producto estrella que llega cada mañana directo de la ría es la ostra, acompaña de albariño. Los mercados de la ciudad te la sirven directamente para consumir, pero la zona más típica para hacerlo está en la calle Pescadería. Se comenta que una persona no se puede ir de Vigo sin haber probado una mariscada, todo con productos pescados en la propia ría. Además de estos dos grandes platos fuertes de la gastronomía viguesa, no te será difícil encontrar restaurantes tradicionales de cocina gallega con sus ricas empanadas, su pulpo á feira y sus excelentes pescados.
Vigo es una ciudad donde el ocio y el tiempo libre tienen una gran importancia. Ir de compras es una actividad que no puedes dejar de realizar. En torno a la calle Príncipe está la zona donde encontrarás las mejores tiendas de la ciudad y las principales firmas de moda y joyería. El arte está garantizado con una gran variedad de galerías y museos como el Museo MARCO y la Fundación Barrié. La oferta de ocio musical en Vigo tiene una gran tradición, grandes grupos desde los años ochenta surgieron de la conocida Movida Viguesa y son muchas las salas y garitos donde encontrar música en vivo de donde salen los nuevos artistas. Se dice que Vigo es la ciudad que nunca duerme y que hay diversión para todo el mundo y a todos los precios. Si te quieres mover de fiesta por Vigo lo podrás hacer en la zona del casco antiguo, en la zona de Churruca o en Samil.
Una de las mejores épocas para visitar Vigo es durante la fiesta de La Reconquista que se celebra el fin de semana más cercano al 28 de marzo y en la que se conmemora la derrota de las tropas napoleónicas en la guerra de la Independencia. Es tradicional que la gente se disfrace con trajes de la época y que lo celebren por todo lo alto con recreaciones históricas de los acontecimientos vividos hace más de 200 años. Lo mejor de esta fiesta es el mercado gastronómico tradicional en el que puedes degustar lo mejor de Galicia.
Vigo es una de las capitales de los deportes náuticos y si te encanta la vela esta es tu ciudad. En pocas clases podrás disfrutar de navegar por las anchas aguas del Atlántico y disfrutar de las espectaculares vistas desde el mar de la Ría de Vigo y su entorno. El surf en la Playa de Samil es pionero en España, donde fue uno de los lugares donde los "locos de la tabla" empezaron a cabalgar olas a este lado del mar.
Muchos turistas que reservan un Hotel en Vigo lo hacen por el sol y la playa. Y es que eso también lo encontrarás en esta maravillosa ciudad. Es una de las zonas turísticas que más cuidan sus playas en Europa teniendo casi todas las playas la más alta calificación en cuanto a calidad y servicios disponibles para el bañista. Las playas de Vigo más espectaculares están en las islas Cíes, aunque la dificultad de acudir a ellas hace que la mayor parte de los bañistas se decanten por la Playa de Samil.
¿Preparados para descubrir un auténtico oasis de playas paradisíacas en el norte de España? ¡Toma nota!
Islas Cíes. Este paraíso natural, un archipiélago compuesto por tres islas perteneciente al Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia y al que se accede en barco desde el puerto de Vigo, esconde playas paradisíacas con aguas transparentes como al de Rodas, para muchos «la playa más bonita del mundo».
No lo decimos nosotros. Lo afirman los 3000 españoles encuestados por la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios). Vigo es, según esta encuesta realizada entre 2020 y 2021, una de las ciudades con mayor calidad de vida de España. Por su limpieza, seguridad, educación, medio ambiente, y –lo que nos interesa especialmente a nosotros– la oferta cultural, de ocio y deporte.
Por eso, y porque esta ciudad pontevedresa localizada en las Rías Baixas rompe con cualquier estereotipo relacionado con la comunidad gallega, Vigo se ha convertido en uno de los destinos turísticos con mayor auge de visitantes en los últimos años. Y es que, lejos de ser una ciudad gris, fría y lluviosa, en Vigo el Lorenzo regala bastantes más días de luz y calor a lo largo del año que en sus vecinas del norte de Galicia, y las playas son de unas aguas cristalinas y calmadas que van a parar a orillas blancas como la harina. ¿Seguro que es Galicia?
Sigue leyendo y entérate de los sitios que ver en Vigo, de los mejores planes según la época del año, de los sitios a los que acudir en busca de la mejor gastronomía local y, por supuesto, de qué playas tienes que visitar. ¡Comenzamos!
Monte O Castro. Elemento imprescindible para conocer la historia de la ciudad, el Monte O Castro concentra algunos de los atractivos que ver en Vigo, como es el yacimiento arqueológico con restos de los primeros asentamientos de la urbe (siglo III y II a.C.) o un estupendo mirador con vistas a la ciudad. Para acceder a él, te recomendamos hacerlo ascendiendo por la cuesta que atraviesa las murallas de la ciudad, del siglo XVII, y desde las que también tienes una bonita panorámica de Vigo.
Monte A Guía. Situado en el barrio de Teis, uno de los más activos de la ciudad, es otro de los miradores ineludibles de Vigo. Desde él tienes unas preciosas vistas de la ría, las Cíes y Moaña, especialmente bellas a la luz del ocaso. Dicen que es el mejor lugar para «vigilar el mar», y que de hecho era allí donde las mujeres de los marineros hacían hogueras que sirvieran de faro para sus maridos.
Casco Vello. Accederás a él por el barrio marinero de O Berbés, un pueblo pesquero dentro de la ciudad, el germen de donde nació todo, allá por el año 1700. De típicos soportales y plazuelas que miran al mar, aquí encontrarás antiguas casas de pescadores y una tradicional plaza de abastos rodeada por locales de restauración en los que tomar algo.
Desde aquí, date un paseo por la Plaza de la Constitución, declarada Conjunto Histórico por la Xunta de Galicia por los edificios de arquitectura típicamente gallega que la delimitan, como el que alberga la antigua casa consistorial, hoy Casa de la Cultura. Otras plazas de interés son la de la Porta do Sol o Princesa, la calle Cesteiros, la popular «calle de las Ostras» –que no es otra que la Rúa Pescadería– o la Rúa Chao y Rúa Baixa.
Concatedral de Santa Mª de Vigo. Conocida popularmente como «La Colegiata», la concatedral de Santa Mª es el principal templo religioso que ver en Vigo. Lo encontrarás aún dentro del casco viejo, mirando al puerto. Fue construido en el siglo XIX y es de estilo neoclásico, aunque sus torres son barrocas. En su interior se encuentra el símbolo religioso más relevante de Vigo, el Cristo de la Victoria, sacado en procesión cada primer domingo de agosto como pistoletazo de salida de las fiestas de la ciudad.
Puerto de Vigo. Fue el primer puerto pesquero de Europa y aún a día de hoy sigue siendo uno de los más importantes del mundo en descargas de pesca, con espacio para los trasatlánticos, los yates y los astilleros. Te animamos a hacer uno de los recorridos turísticos que se ofertan, que comienzan catando las típicas ostras y acaban con las hermosas vistas de la ría y el puerto desde el Muelle de Transatlánticos. Si te ha sabido a poco –literalmente–, embárcate en una de las excursiones por la ría, en la que se ofrecen a probar los mejillones autóctonos.
Museo MARCO. No es otro que el museo de arte contemporáneo de Vigo. Se localiza en un edificio histórico del siglo XIX ubicado en la céntrica calle Príncipe, y alberga numerosas exposiciones temporales dedicadas a ramas artísticas como la arquitectura, arte en la red, diseño, cine o música, entre otros.
Pazo de Quiñones de León. Parte fundamental en la oferta cultural viguense, este pazo originario del siglo XVI, antaño conocido como el pazo de «Lavandeira», contiene unos bellos jardines al estilo barroco francés adornados por figuras escultóricas y alguna que otra especie exótica. Su edificio alberga un museo con obras del siglo XVIII al XX como cerámicas, mobiliario, porcelana, platería, textiles o cristal. Se trata de la mayor colección pública de arte gallego del siglo XX, que comparte espacio con una interesante retrospectiva de la arqueología pontevedresa desde el Paleolítico hasta la época romana.