Vente a conocer y degustar la tradición pesquera y conservera de la localidad pontevedresa de Vigo, a descubrir los graffiti de su «Casco Vello», pasear por el barrio pesquero de Bouza y embarcarte para pasar el día en las Islas Cíes, en el Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas.
Para probar el mejor pulpo de Vigo, no se nos ocurre mejor sitio que este barrio marinero a unos cuatro kilómetros del centro. Independiente de la ciudad hasta principios del siglo XX, este peculiar enclave –una de las cosas que ver en Vigo y alrededores– conserva todo el encanto de antaño. Prepárate para ver calles empedradas, casas de pescadores, su propio mercado de abastos y tabernas donde ponerte las botas con unas zamburiñas, unas navajas, y por supuesto, el imperdonable «pulpo a feira». No te pierdas su faro, sus arenales y el puerto, y aprovecha para dejarte fluir con el ambiente «slow» reinante de este barrio con alma de pueblo.
Imprescindible: descubre la relación de Galicia con el mar en el Museo del Mar que hay en la playa de Bouzas.
Otro de los imperdibles que ver en Vigo es el Monte O Castro, elemento importante que ayuda a entender la historia de la ciudad. En él, además de un estupendo mirador con vistas sobre la ciudad, la ría y las Islas Cíes, se encuentra un yacimiento arqueológico con restos de los primeros asentamientos de la ciudad, que se remontan al siglo III y II a.C. Puedes acceder a él en coche o bien ascendiendo por una cuesta que atraviesa las murallas de la ciudad. De hecho, desde estas murallas del siglo XVII tienes una de las mejores panorámicas de la ciudad.
Imprescindible: seguir el camino al monte para ver el monumento en honor de la Batalla de Rande.
También a las afueras de la ciudad, a unos seis kilómetros, se encuentra la playa urbana más extensa y famosa de Vigo, la playa de Samil. De arena fina y blanca y aguas cristalinas –aunque también bastante frías–, tiene algo más de un kilómetro de largo. Al ser tan popular, tiene el inconveniente de que es complicado aparcar. Nuestra recomendación es que aparques en un parking que verás en el paseo marítimo y que recorras el último tramo a pie por el paseo. Otra opción, si prefieres un ambiente más relajado, es probar suerte en las playas de Bouza, o directamente apostar por el transporte urbano para llegar a cualquiera de ellas, incluida la también animada y de ambiente más joven, playa de O Vao.
Imprescindible: otras playas con Bandera Azul son la de Argazada, Tombo do Gato, Os Muiños de Fortiñón, Canido y Fontaiña.
La Plaza de la Constitución, la de Princesa, la Calle Cesteiros, la popular «calle de las Ostras» –que no es otra que la Rúa Pescadería–, además de la Rúa Chao y Rúa Baixa son algunos de los nombres que debes apuntarte para no perderte nada del casco histórico de Vigo, una de las cosas que ver en Vigo en un día. En la Plaza de la Constitución, de planta cuadrada y rodeada por emblemáticos edificios de piedra y soportales, se encuentra el antiguo ayuntamiento, ahora la Casa de la Cultura. Ha sido declarada Conjunto Histórico por la Xunta de Galicia, y es además un lugar ideal para tomarse algo en una de sus terrazas.
Imprescindible: probar las ostras recién cogidas de la ría acompañadas de un albariño en la «Calle de las Ostras».
También conocida como «La Colegiata», la concatedral de Vigo, ubicada en el mismo casco histórico pero mirando al puerto, es el templo religioso más importante de la ciudad. Fue construido en el siglo XIX y es de estilo neoclásico, aunque sus torres son barrocas. En su interior se encuentra el símbolo religioso más relevante de Vigo, el Cristo de la Victoria, sacado en procesión cada primer domingo de agosto como pistoletazo de salida de las fiestas de la ciudad. Un par de curiosidades en torno a la iglesia de Santa María de Vigo es que su reloj no está mirando al sur, como es habitual, y que en su atrio hay plantado uno de los cuatro olivos centenarios repartidos por el centro de Vigo.
Imprescindible: hacerse una foto con el olivo centenario de la basílica, uno de los emblemas de la ciudad.
Desde el puerto de Vigo salen barcos que te llevan al paraíso natural de las Islas Cíes, un archipiélago compuesto por tres islas perteneciente al Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia. Para acceder a uno de los destinos turísticos más visitados de Galicia, puedes o bien contratar una excursión que incluya el permiso de entrada, o bien comprar billetes en alguna de las navieras y luego pedir permiso a la Xunta, ya que su acceso, al ser parque natural, está restringido. Una vez allí, tienes playas paradisíacas con aguas transparentes –hay quien dice que la playa de Rodas es la playa «más bonita del mundo», rutas de senderismo y un gran número de especies endémicas que conforman un espacio natural virgen, de los pocos que quedan en la Tierra.
Imprescindible: también puedes conocer las islas a vista de pájaro en una excursión en avioneta.