Visitar Córdoba es agradable en cualquier época del año, aunque las temperaturas en julio y agosto pueden ser extremadamente altas. La primavera y el otoño son las mejores épocas para visitar Córdoba con temperaturas agradables ideales para pasear por sus calles con olor a azahar, disfrutar de las cientos de tiendas de orfebrería, principal motor económico de la ciudad y de su artesanía del cuero.
Transportes
Córdoba tiene una buena conexión a través del ferrocarril gracias a la línea del AVE Madrid-Sevilla, sin embargo la forma más habitual que tienen los turistas de llegar a Córdoba es a través de la carretera, siendo Córdoba un importante eje de comunicaciones entre el centro y el sur de la península lo que otorga a la ciudad una excelente red de vías rápidas usadas por autobuses y vehículos particulares para llegar a la ciudad. A pesar de tener un moderno aeropuerto, este es pequeño y actualmente no ofrece vuelos regulares.
El casco antiguo es muy extenso y es probable que tu Hotel en Córdoba esté situado lejos de algunos de los puntos más interesantes de la ciudad, por ello has de saber que existen 14 líneas urbanas que conectan las diferentes zonas de la ciudad, 2 de ellas en el casco histórico. Para los turistas hay dos sistemas, comprar un billete individual cada vez que te subes a un autobús o adquirir una tarjeta monedero con recarga mínima. Esta última opción es la más recomendable si crees que vas a usar mucho el transporte público, ya que reduce mucho el precio del viaje, te permite transbordos entre líneas y te devolverán en dinero de la tarjeta si la devuelves a un punto de venta en buen estado. El punto más conflictivo del transporte en la visita a Córdoba es la obligada visita al Yacimiento Arqueológico de Medina Azahara, existiendo transporte público que llega al lugar. La mayoría de los hoteles de la ciudad tienen información sobre como contratar este tipo de servicios y las alternativas.
Cosas que no debes dejar de ver y hacer:
El casco histórico de Córdoba es bastante grande y es difícil elegir qué elementos son los más importantes en una visita a Córdoba, además también hay cosas que ver fuera de la ciudad vieja, pero si tuviésemos que empezar por algún sitio sería por el barrio judío de Córdoba. Este barrio está lleno de pequeñas calles con casas blancas adornadas de ocre que te hacen saber que estás en Andalucía. La Sinagoga de Córdoba, todavía en uso, es el principal elemento del barrio. Al sur del Barrio Judío y a Orillas del Guadalquivir, está el Alcázar de los Reyes Cristianos, la antigua residencia de los reyes de Castilla tras la reconquista de la ciudad. El edificio ha tenido varios usos de carácter militar, administrativo y religioso, y hoy en día destaca por sus magníficos jardines y su exquisita decoración interior.
A pocos metros del Alcázar nos encontramos el monumento más representativo de la ciudad de Córdoba y uno de los más visitados de España: La Catedral de Córdoba. En época de Abderramán I se construyó sobre la iglesia de San Vicente la mayor parte del actual complejo arquitectónico, pasando a ser la principal Mezquita de Córdoba y logrando alcanzar una belleza artística espectacular. A la Mezquita de Córdoba se le fueron añadiendo elementos hasta convertirse en el mayor templo del mundo islámico. El más espectacular que se conserva de la antigua mezquita es el Mihrab, lugar donde se guardaba el Corán, con una decoración con gran detalle y belleza a base de mosaicos de estilo bizantino y mármoles labrados. El patio de los Naranjos es otro de los ornamentos que más impresionado dejan al visitante y al que se puede acceder de manera gratuita. Tras la conquista de Córdoba, la Mezquita se volvió a convertir en iglesia hasta que en el siglo XV se construyó la definitiva Catedral. Los elementos arquitectónicos añadidos durante la época musulmana son tan impresionantes que a día de hoy es popular llamarle Mezquita o Catedral-Mezquita, a pesar de que solo tiene un uso religioso de carácter cristiano.
Junto al río y muy cerca de la Catedral se erige la Puerta del Puente, antigua entrada de la ciudad en época de la colonia romana. La puerta se siguió usando en época Omeya, al igual que el puente, también de origen romano, que cruza el Guadalquivir. Si cruzamos el puente nos encontraremos con la Torre de Calahorra construida para la defensa del puente en periodo musulmán.
Si cruzamos nuevamente el río, esta vez por el Puente de Miraflores, dispondremos de unas magníficas vistas del Puente Romano sobre el río. Desde allí nos podemos dirigir a la Basílica de San Pedro situada en una de las plazas más animadas de la ciudad. Esta basílica da nombre al barrio donde está situada. La cercana Plaza de la Corredera es la única plaza mayor de estilo castellano existente en Andalucía. En la Plaza de Jerónimo Páez, se encuentra el Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba en el antiguo Palacio de los Páez de Castillejo donde se conservan piezas de la época romana de la ciudad y los restos arqueológicos del que fue el Teatro Romano más grande de la península. Esta zona de la visita es la que ocupaba la antigua colonia de Corduba. Uno de los elementos mejor conservados de esta antigua ciudad el el Templo Romano, cuya última estructura data de tiempos de Claudio, y está construido en mármol denotando la gran riqueza de la Córdoba romana.
En la parte norte del casco histórico cabe destacar dos palacios de gran interés. El primero es el Palacio de los Marqueses de Viana, convertido hoy en un museo de los patios en el que se pueden visitar 12 patios con bellos jardines del típico estilo cordobés. El otro es el Palacio de la Merced de estilo barroco, también dotado de preciosos jardines y que supone una joya arquitectónica de la ciudad.
El último gran elemento que visitar en Córdoba es el Yacimiento Arqueológico de Medina Azahara situado en la Sierra Morena a solo 8 kilómetros del centro de la ciudad. Este recinto palaciego fue mandado construir por Abderramán III, durante cuyo reinado Córdoba vivió su época de mayor apogeo. La ciudad de Medina Azahara cuenta con un centro de interpretación que ayudará al visitante a comprender mejor la historia y uso de la Medina. Infórmate en las oficinas de turismo o en los Hoteles en Córdoba donde te alojes de cómo llegar al yacimiento.
Gastronomía, ocio y tiempo libre:
En Córdoba todavía se pueden encontrar típicas tabernas donde comer menús caseros a buen precio cerca del centro de la ciudad. El plato más tradicional y representativo es sin duda alguna el conocido salmorejo, aunque también son muy típicos los flamenquines. En los últimos años no es difícil encontrar restaurantes especializados en cocina árabe y sefardita recuperada de antiguos recetarios para aproximarse a la cocina que se debería hacer en la época medieval. El postre más destacado de la cocina cordobesa es el pastel cordobés. Si lo que quieres es tomar unas tapas y disfrutar de los ricos boquerones en vinagre, las alcachofas a la montillana o como no, un buen salmorejo, una de las zonas con más opciones es el barrio de San Pedro.
Los cordobeses están muy orgullosos de algunas de sus tradiciones con más solera y que representan una forma de ocio y tiempo libre muy particular. La primera de ellas es el cuidado de los patios interiores que tienen en las casas del casco histórico. En primavera se celebra el Festival de Los Patios de Córdoba, que ha sido declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad recientemente. En esta época se pueden disfrutar de los patios en su máximo colorido y belleza. Otra afición típicamente cordobesa, es la de la doma del caballo andaluz que se convierte en un espectáculo de gran interés para los que visitan las Caballerizas Reales de Córdoba.
La vida nocturna en Córdoba es muy animada fruto de la gran cantidad de turistas que recibe la ciudad, casi un millón al año, y su carácter de ciudad universitaria. Se puede disfrutar sin problemas de una gran variedad de sitios para salir por la noche, donde el flamenco es el elemento clave diferenciador de la ciudad. El Flamenco en Córdoba es fácil de disfrutar ya que son muchos los eventos y las salas que ofertan música en directo con baile, desde pequeños locales hasta grandes teatros.