Los turistas que se acercan a Marbella, San Pedro de Alcantara, Nueva Andalucía y Las Chapas, disfrutan de una temperatura privilegiada durante todo el año. Como otras zonas del Mediterráneo encajonadas entre montañas, las masas de aire frío no suelen llegar a la ciudad durante casi todo el año y mantienen a Marbella con casi el 90% de los días del año con el sol calentando sus playas.
Transportes
Décadas de desarrollo turístico de la región han volcado inversiones en infraestructuras que han permitido que la Costa del Sol esté muy bien comunicada con casi cualquier lugar del mundo a través de las múltiples carreteras que unen Marbella con el resto de España. La cercanía con la capital de la provincia hace que en poco tiempo en autobús puedas disfrutar de los medios de comunicación con los que cuenta Málaga. Así, a solo 45 kilómetros está el Aeropuerto Internacional Pablo Ruíz Picasso de Málaga y la estación de ferrocarril María Zambrano que cuenta con líneas de alta velocidad a Madrid.
La distribución de Marbella a lo largo de la costa entre el Mar Mediterráneo y la Sierra Blanca hace que las distancias entre los diferentes puntos y urbanizaciones de Marbella sean bastante largas. La mayor parte de los que visitan Marbella suelen disponer de vehículo particular para hacer estos recorridos más largos o, simplemente disfrutan de los servicios de la urbanización en la que están sus Hoteles en Marbella. Pero si lo necesitas, existe una buena red de autobuses urbanos que conectan diferentes Puntos de Marbella y San Pedro de Alcantara con los principales puntos de interés de la ciudad.
Cosas que no debes dejar de ver y hacer:
El Casco Antiguo de Marbella es relativamente pequeño comparado con el tamaño actual de la ciudad, aunque tiene una riqueza que no se puede dejar escapar. Casi todos los enclaves interesantes se encuentran en torno a la principal plaza de Marbella: La plaza de los Naranjos. En esta plaza, además del ayuntamiento, podemos ver los dos edificios más emblemáticos de la ciudad vieja: la Ermita de Santiago y la Casa del Corregidor. Pasearse por los alrededores nos permitirá contemplar un montón de callejuelas angostas al más típico estilo andaluz, con casas blancas adornadas de ocre y, donde el espacio lo permite, con un montón de naranjos en los laterales. El olor a azahar es intenso en esta zona de la ciudad. Callejeando nos encontraremos con bellos edificios como la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, principal templo religioso de la ciudad. Al norte de la ciudad vieja, todavía se pueden divisar restos del Alcázar y de la muralla de época musulmana.
Sin embargo la mayor parte de la Marbella es más moderna, aunque no por ello menos hermosa. Quizá uno de estos espacios nuevos que le dan a Marbella un toque especial es el Parque de la Alameda y la adyacente Avenida del Mar, en la que podremos disfrutar al aire libre de esculturas de Salvador Dalí. Con el desarrollo urbanístico de la ciudad que vivió tras la masiva llegada de turistas de alto poder adquisitivo, Marbella fue atrayendo inversiones en infraestructuras culturales y de ocio que se diseminan a lo largo del centro de Marbella. Entre estos recintos podemos destacar el Museo del Grabado Español Contemporáneo o el Museo del Bonsái, junto a la apertura de varias galerías de arte de fundaciones privadas y la apertura de yacimientos arqueológicos de gran interés.
Una de las visitas imprescindibles de todo aquel que acude a Marbella es la urbanización de Puerto Banús. Es sin duda la más lujosa de las zonas de Marbella que se ha especializado en el turismo de compras de alto poder adquisitivo. No todo el mundo puede comprar lo que se vende en las tiendas de Puerto Banús, pero mirar es gratis y el ambiente de grandes embarcaciones de lujo atracadas en el puerto, junto a los coches deportivos y grandes berlinas de última gama de aquellos que van a gastarse una fortuna en las tiendas más exclusivas, merece la pena ser visitado.
Gastronomía, ocio y tiempo libre:
En Marbella se puede comer casi cualquier especialidad del planeta, ya que son cientos los restaurantes de todo tipo los que se han establecido a lo largo de la costa de Marbella. De hecho, se puede ir a restaurantes de reconocido prestigio internacional. Sin embargo, si lo que buscas es cocina tradicional de Marbella, también puedes encontrarla, y nada mejor para eso que los populares chiringuitos de playa de toda la vida. Las recetas caseras incluyen los productos típicos de la cocina andaluza como el gazpacho, el ajoblanco o los boquerones en vinagre en la tapa; la sopa campera o el puchero andaluz como primeros; y unas sardinas asadas, pescadito frito o el rabo de toro de segundo.
El ocio y el tiempo libre en Marbella se encuentran por todo los lados. Siempre hay un local abierto las 24 horas del día en el que disfrutar de música y copas, en donde bailar, o en donde hacer deporte de cualquier tipo. La actividad cultural de Marbella es muy importante con decenas de eventos y espectáculos que se programan en sus teatros y exposiciones permanentes y temporales en sus museos con obras de grandes artistas. El Teatro Municipal Ciudad de Marbella es quizá el foco más relevante de esta cultura.
Obviamente el sol y el mar son el atractivo principal de Marbella. Sus casi 28 kilómetros de playa permiten a todo el mundo que va a Marbella el encontrar su rincón para broncearse y bañarse en las aguas tranquilas del Mediterráneo. Además, Marbella cuenta con varios puertos deportivos donde encontrar empresas que organicen deportes náuticos de todo tipo, desde el surf a la vela, pasando por el submarinismo, desde niveles principiantes hasta para los más expertos. Son muchas las playas de Marbella, pero quizá las más destacadas serían Guadalmina, San Pedro de Alcántara, Puerto Banús, Río Verde, El Faro y El Pinillo.
Uno de los aspectos que más atrae a los que van a Marbella es la calidad y cantidad de actividades deportivas al aire libre que se pueden realizar. Son muchos los turistas que van a Marbella en invierno en busca de unos campos de golf donde no llueve ni hace frío y poder disfrutar de su deporte preferido todos los días del año. Además, la Sierra Blanca se ha convertido en un paraíso para los amantes del senderimo y de la iniciación de actividades de aventura en la naturaleza. Todo el entorno de sierra cercano a Marbella sigue manteniendo un ecosistema natural a pesar del desarrollo urbanístico que se puede disfrutar de una manera muy satisfactoria.