Sabemos que la mayoría de los visitantes que aprovechan para conseguir vuelos a Múnich lo hacen en la época del Oktoberfest, la fiesta bávara por excelencia que tiene lugar a finales de septiembre y principios de octubre. Curiosamente esta es una de las mejores épocas para visitar la ciudad desde un punto de vista climático.
En esta época no hay muchas precipitaciones y las temperaturas son suaves y agradables, aunque conviene llevarse algo de abrigo, no es normal que el frío sea extremo. En realidad, de mayo a principios de octubre el clima de la capital bávara es bastante benigno, con noches frescas y días con temperaturas muy suaves, incluso en verano. La lluvia puede llegar en cualquier momento, así que es bueno llevar un chubasquero. Eso sí, en invierno el tiempo es mucho más crudo, la cercanía con los Alpes convierten a Múnich en una ciudad en la que no conviene acudir sin prendas de abrigo.
La ciudad de Múnich es una de las que goza de mayor número de estereotipos, muchos de los cuales se cumplen y, de hecho, sus habitantes presumen de ello. El primero es ser la tierra de la cerveza, el segundo que es como un gran pueblo con un marcado carácter rural y, por último, los muniqueses son muy elitistas. El carácter de la ciudad responde bastante bien a estos estándares: la mayor parte de la vida de la ciudad transcurre en torno al casco antiguo, con cuidadas calles de trazado medieval plagados de edificios religiosos y civiles de bella factura y con un montón de cervecerías con precios prohibitivos para todos los productos menos para la cerveza (en algunos establecimientos una botellita de agua mineral vale más que un litro de cerveza). Este casco histórico se llama Aldstadt, literalmente ciudad vieja. El trazado del Altstadt está situado sobre la antigua ciudad medieval a la que se accedía por tres puertas que aún se conservan y que iremos viendo en el recorrido de la ciudad. La forma habitual de llegar a la ciudad es a través de vuelos baratos a Múnich que conectan el aeropuerto internacional Franz Josef Strauss y éste a su vez se conecta con la ciudad con el tren de cercanías que deja en la Haupt-Bahnhof, la principal estación de la ciudad. Esta estación está muy cerca de Karlstor, la primera puerta de la ciudad y desde la cual podría comenzar un recorrido por Múnich. Al sur de Karlstor está Sendlinger Tor la segunda puerta de la ciudad pero fuera de nuestro recorrido. Desde Karlsplatz y dirigiéndote hacia el Este a través de Neuhauser Strasse, llegaremos a Frauenkirche, la Catedral de Nuestra Señora de construcción gótica y que es el edificio del que están más orgullosos los muniqueses. Muy cerquita de la Catedral está Marienplatz, centro neurálgico de la ciudad, en el que hay dos elementos que colman la atención de los visitantes: el edificio del ayuntamiento, Neues Rathaus, y la estatua de la Virgen María. Como es tradición en otras ciudades del centro de Europa, en la torre del ayuntamiento hay un carillón con personajes en movimiento cuando el reloj da las horas en punto. En la plaza también se encuentra el viejo edificio del ayuntamiento, Altes Rathaus, mucho más austero que el nuevo, en el que se encuentra hoy situado un museo de los juguetes. Al sur de Marienplatz llegaremos a Viktualienmarkt y de allí, a escasos metros por Westeriederstrasse, nos dirigiremos a Isartor, la tercera puerta de la ciudad. Al norte de Marienplatz, está Max-Joseph-Platz, una de las más bonitas plazas de Múnich en la que se encuentran el complejo Residenz Munchen, un edificio que engloba varios museos de la ciudad, y el edificio de la Ópera. Si continuamos hacia el norte por Residezstrasse, llegaremos a Odeonsplatz, donde podremos disfrutar del Hofgarten, un bello jardín del siglo XVII en una de las zonas más bonitas de Múnich. Si continuamos por Ludwigstrasse siempre en dirección norte, llegaremos al Arco del Triunfo, Siegestor, desde el que a escasos metros podremos acceder a Englischer Garten. Este gran parque es el principal punto de recreo de los muniqueses. Es común ir a comer a sus merenderos salpicados de puestos de comida y bebida, principalmente cerveza, que se amontonan alrededor de la Torre China, un peculiar edificio en forma de pagoda budista de estética oriental que contrasta con el resto de la arquitectura de la ciudad que tien un marcado carácter alemán. Por el parque pasa el río Isar, donde, por chocante que parezca, algunos jóvenes practican surf en sus corrientes. Si quieres viajar a Munich, Rumbo te ofrece las mejores ofertas de última hora, para que puedas viajar aprovechando de todos los descuentos y promociones especiales. Tus vuelos baratos a Munich están en Rumbo.