Descubre hoy con nosotros Madrid y su particular «Little Italy» en el que podrás reconciliarte con una buena pasta carbonara al estilo italiano, una pizza napolitana con nombre de reina o unos postres que ponen el dulce colofón a un festín en torno a la mesa. ¡Que comience la fiesta!
Sentirse en casa, pero en una casa del sur de Italia. Así describen muchos de sus comensales la experiencia de comer en esta «trattoria» en el centro de Madrid, a pocos metros de la Gran Vía y el Banco de España. Aunque gran parte del mérito lo tiene su excelente servicio y ambiente, así como sus platos tradicionales, abiertos a giros inesperados que sorprenden gratamente al paladar, la cuidada decoración de este local hace, y mucho. Su estilo sencillo y minimalista con elementos naturales te transportará directamente a la Toscana. No dejes de probar su deliciosa carbonara con «guanciale» y queso pecorino, sus tres risottos o la pasta en la rueda de parmesano. Espectaculares. Sin duda uno de los mejores restaurantes italianos en Madrid.
Imprescindible: a la hora de hacer la reserva, fíjate que hay otra misma «trattoria» en La Moraleja.
Abierto al público en 1998, este italiano es un clásico de la escena gastronómica madrileña, especialmente del animado barrio de La Latina. Está ubicado en plena Cava Baja y su estética se corresponde con la del restaurante italiano de toda la vida con los manteles de cuadros rojos. Su carta está repleta de comida tradicional y casera italiana en la que destacan, como no, las pizzas elaboradas en horno de leña y su completo menú alternativo para celíacos. Aprovecha para probar también sus increíbles lasañas, su pasta a la carbonara al estilo italiano –sin nada de nata– o sus famosos raviolis.
Imprescindible: probar también sus opciones veganas y con harina de espelta.
El restaurante del chef Davide Bonato y de Daniela Rosso –la jefa de sala– es el lugar perfecto para dedicarse al «dolce far niente» más gustoso: el de cerrar los ojos y dejarse llevar por el sabor de la cocina del Piamonte, región de donde son ambos. Ubicado en el popular barrio madrileño de Chueca, en su carta abundan los platos tradicionales con toques de autor como el risotto «Riso e Oro» con azafrán y láminas de oro, los platos con setas, trufa blanca y negra y la magnífica carbonara con una original pasta tubular más gruesa que los espagueti llamada «bigoli».
Imprescindible: probar sus «tagliolini al tartufo», una de las especialidades de la casa.
El adjetivo «vistoso» se queda corto para calificar uno de los restaurantes italianos de moda en Madrid que copa tantas y tantas instantáneas en redes sociales. La «culpa» la tienen su decoración, profusa en vegetación, luces, colores y estampados barrocos mezclados con un toque ecléctico ochentero, así como sus platos, igualmente llamativos en cuanto a presentación y sabor. Probablemente la clave de su éxito también resida en sus precios asequibles, su ambiente y sus productos de calidad, obtenidos directamente de productores italianos. Un acierto más del grupo Big Mamma que ya arrasa en otros países europeos y que recientemente ha abierto su segundo local en Madrid: Villa Capri.
Imprescindible: probar su pizza «Bel Mondo», sus helados artesanos o sus cócteles.
Uno de los últimos italianos «diferentes» en aterrizar en la capital que no podía faltar en este listado de los mejores italianos de Madrid es este, la nueva apuesta del grupo Salvaje: un local decorado al estilo circense retro donde lo mismo te puedes tomar una pasta tradicional con toque de autor mientras ves un espectáculo de circo, que te tomas un cóctel, un vino espumante o bailas un temazo de los años 80-90. Entre sus platos más demandados están las pastas frescas rellenas de elaboración casera, la «burrata di bufala» o las pizzas elaboradas con harina semiintegral. Y qué decir de sus cócteles, como el «Circus Punch», elaborado con una base de kéfir de leche.
Imprescindible: pedir la carta de postres para probar las obras del pastelero Manuel Matos.
Regentado por el chef Andrea Tumbarello, al que muchos llaman el «rey de la trufa» por su pasión por este hongo, este es probablemente uno de los mejores restaurantes italianos no solo de Madrid, sino quizás de España. Nada menos que 15 años de éxitos avalan el buen hacer de este apasionado de la cocina siciliana con tintes de autor, las materias primas de la más alta calidad y las propuestas sencillas. La estética de su local cerca del Retiro es de «trattoria» elegante nada pretenciosa. De su carta, tienes que probar alguna vez en la vida los «tagliolini» con trufa blanca, la pasta seca artesanal de Benedetto Cavalieri, y los postres del pastelero Paco Torreblanca.
Imprescindible: pedir una «panna cotta» de postre.
La cocina italiana al servicio de la imaginación, sin límites y con el único propósito que el disfrute. Sin más pretensiones. Eso es precisamente lo que buscan en este local del grupo El Pradal, que ya cuenta con la distinción «Bib Gourmand» de la Guía Michelin que premia una cocina de calidad a precios contenidos. En sus fogones –con el chef Gianni Pinto al mando– se vale todo, desde los giros inesperados, los juegos y las fusiones con la propia cocina española. El resultado es una experiencia sensorial que recorre Italia de norte a sur. Prepárate para platos originales como los «fusilli napoletani» con berberechos en salsa verde y alcahofas. ¿No se te hace ya la boca agua?
Imprescindible: atrévete a probar la «pizzeta frita con coppa».
Ahora te proponemos viajar al mismísimo Nápoles de la mano de este clásico de la escena madrileña que, bajo la batuta de la familia Zucchini, lleva 25 años trasladando los sabores más auténticos de Italia directos al paladar de sus comensales. Sus recetas van desde los platos napolitanos más tradicionales a las pizzas en horno de leña o recetas toscanas como la «panzanella», un plato que aprovecha el pan de leña y lo mezcla con tomates frescos y secos. Una comanda perfecta podría ser una pizza frita, un ragú napolitano y su escandalosamente rico tiramisú. Ojo, porque aquí las pizzas blancas –sin tomate– son de otro planeta.
Imprescindible: pregunta por las sugerencias fuera de carta, te puedes llevar una sorpresa muy grata.
Estamos probablemente ante el restaurante italiano más bonito de Madrid. Su aire romántico y barroco nos recuerda a la Roma más poética y clásica. Su propuesta gastronómica incluye un recetario tradicional con toques internacionales y reinterpretaciones de platos típicamente italianos que, en ocasiones, se fusionan con otros elementos de la cocina mediterránea. Aquí, lo clásico se lleva, pero se actualiza a los nuevos tiempos de manera elegante. Una elegancia que se respira tanto en sus salones como en su terraza, un sofisticado patio parcialmente techado con profusa vegetación que te trasladará a la época clásica. Sería un pecado irse de aquí sin probar sus pastas frescas como la lasaña de faisán o su lenguado al limón de Capri.
Imprescindible: tener en cuenta que aquí no se sirven pizzas.