La capital irlandesa es conocida en toda Europa como una de las ciudades más vibrantes. No solo ofrece un sorprendente escenario cuando se trata de comer y beber, sino que también alberga una gran cantidad de impresionantes lugares históricos, así como una excitante vida nocturna. Quienes buscan qué hacer en Dublín no se sentirán en absoluto decepcionados con las numerosas opciones que van a encontrar aquí.
Una de las formas más fáciles y rápidas de orientarte en un lugar nuevo es que te acompañen en tu recorrido. Si te encantan los tours clásicos a pie, e incluso los autobuses turísticos, que te conceden libertad para subir y bajar cuando quieras, ¡estás de suerte! Dispones de numerosas opciones para descubrir los mejores lugares de interés en Dublín. Tienes a tu alcance, además, una popular opción que ofrece algo diferente.
El Viking Splash Tour es exactamente lo que parece, un recorrido en el que te pones un casco vikingo, te mueves tanto por tierra como por agua y conoces la singular historia nórdica de la ciudad. Brillante, ¿verdad? Subirás a bordo de un gran vehículo "anfibio" amarillo, que te transportará por tierra y por agua. Hablando de agua, el río Liffey es una de las principales atracciones de Dublín, y cuando emprendes un recorrido por él, obtienes vistas completamente diferentes de la ciudad. Además, contemplarás numerosos edificios históricos, puentes famosos, casas georgianas y la emocionante arquitectura moderna de los revitalizados muelles de Dublín.
Ideal para: los amantes de los sombreros originales.
Cómo llegar: el Tour vikingo por Dublín tiene una parada de bus frente al Hotel Shelbourne, en el lado norte de St Stephen's Green. Hay paradas de Luas (tranvía ligero) y DART (tren de cercanías) a poca distancia, y la mayoría de las rutas de autobús pasan cerca.
La visita al castillo de Dublín es una de las mejores cosas que hacer en Dublín. Construido sobre un antiguo asentamiento vikingo, es, todavía hoy, un edificio gubernamental en funcionamiento. Considerado el corazón de esta histórica ciudad, en sus terrenos solía haber una laguna negra, que dio nombre a la ciudad. ¿Sabías que «laguna negra» en irlandés es «Dubh Linn»?
Construido en una posición especialmente estratégica, en el lugar donde se unen el río Liffey y su afluente Poddle, el castillo ofrece excelentes vistas de la ciudad. Esta construcción ha pasado por diferentes inquilinos a lo largo de la historia, pero el espíritu de los vikingos siempre parece estar presente. Hoy en día, los trabajadores de los apartamentos de Estado, la bodega medieval y la Capilla Real tienen la suerte de llamarlo su lugar de trabajo, ¡y además está la popular terraza de la cafetería!
Ideal para: aficionados a la historia.
Cómo llegar: situado en el corazón de la ciudad, puedes llegar fácilmente andando al castillo de Dublín. Hay varios autobuses que paran en George’s Street o Dame Street, y las paradas más cercanas del tranvía Luas son St Stephen’s Green y Jervis.
Mucho más que una oficina de correos. Visitarla es una de las mejores cosas que hacer en Dublín. Sí, todavía funciona como servicio postal, pero la razón principal por la que la gente viene aquí es para conocer una parte singular de la historia del país. Los lugareños no solo lo consideran un sitio donde disponer de un servicio público y comercial. Para ellos, también alberga recuerdos, protestas y esplendor. Ocupa un lugar único en los corazones irlandeses. Y, aunque no entres, puedes disfrutar desde el exterior de su impresionante arquitectura.
Ideal para: aquellos que desean enviar una postal a casa.
Cómo llegar: el GPO está en la esquina que forman O’Connell Street con Henry Street. A pocos metros de la parada de Luas St Stephen's Green y de la estación de Connolly. Igualmente, existen muchas paradas de autobús cerca.
The Spire, también conocida como el Monumento de la Luz, es una elegante estructura de acero situada donde anteriormente estaba la Columna de Nelson. En medio de la céntrica O'Connell Street, la zona de mayor actividad de Dublín. Elaborada con acero inoxidable, se dice que esta estructura refleja la luz en todo momento. E independientemente de en qué lugar del centro de Dublín te encuentres, normalmente puedes detectarla apuntando hacia el cielo.
Ideal para: amantes del arte moderno.
Cómo llegar: puedes llegar fácilmente a la Aguja en transporte público. El Luas tiene dos paradas cercanas, al igual que el tren, y varias rutas de autobús te dejan a poca distancia.
Una de las actividades en Dublín favoritas para muchos turistas es caminar sobre el Puente Ha’penny (o Puente del Medio Penique). Te brinda la oportunidad de hacerte un estupendo selfie sobre el río Liffey y también de disfrutar de un lugar histórico, pues es el primer puente peatonal sobre el río.
Ideal para: los amantes de los paseos.
Cómo llegar: hay tres formas de llegar al Puente Ha'penny desde el centro de Dublín si no quieres caminar. El autobús es el medio más rápido y barato y el Luas tiene una parada cerca. También puedes tomar un taxi.
A corta distancia en taxi desde el centro de la ciudad, el castillo de Malahide ha sido el hogar de generaciones de la familia Talbot. La visita te permite gozar de su historia, explorar sus salas privadas y colecciones y descubrir el importante papel que este castillo representó en la historia irlandesa.
Ideal para: escapar de la ciudad.
Cómo llegar: la estación de tren de Malahide está a unos diez minutos a pie y hay dos rutas de autobús desde el centro de la ciudad que pasan por aquí. Si prefieres conducir, cuentas con aparcamiento para visitantes, pero es limitado. También puedes tomar un taxi si la movilidad es un problema para ti.
Entre otros lugares destacables se incluyen la universidad más antigua de Irlanda: el Trinity College, la colección de arte moderno más grande de Dublín: la Galería Hugh Lane, el lugar conocido como «los pulmones de Dublín»: St Stephen's Green, la cárcel de Kilmainham: Kilmainham Gaol, y por supuesto, el Guinness Storehouse, hogar de la bebida más famosa del país, donde conseguirás muestras gratuitas y una maravillosa lección de historia de la cerveza negra.