La capital irlandesa goza de una gran popularidad en lo que a vida nocturna en Europa se refiere. Una noche en Dublín es sinónimo de buenas bebidas, de bares con un ambiente estupendo y de una larga trayectoria en veladas con música en vivo. Hay tanto que hacer en la ciudad cada noche que no nos extraña que te sientas un poco perdido. Por eso te proponemos una selección con los mejores pubs de Dublín, así como una lista con algunas de las cosas que hacer en Dublín para no aburrirte ni un segundo.
Salir de fiesta por Dublín es una de esas actividades que puedes afrontar desde muchas perspectivas y a diferentes ritmos. No obstante, la forma habitual de disfrutar de la noche dublinesa es conocer el ambiente de sus bares. Esta es una de las ciudades más sociables de Europa y no te costará ningún esfuerzo entablar conversación con los lugareños en cuestión de minutos.
Hay infinidad de pubs tradicionales dispersos por toda la ciudad, pero entre nuestros favoritos están el Mulligan’s, escondido en la calle Poolberg y justo al límite de la zona más bulliciosa; el Toners, con una increíble terraza en la que tomar cerveza durante los escasos días soleados de Irlanda; el Grogans, cuyas tostadas tienen fama mundial, aparte de su gran selección de bebidas, y el Kehoe’s, repleto de pequeños rincones que explorar.
The Confessional Box es un encantador pub antiguo de la ciudad, cerca de la Pro-Catedral, cuyo nombre hace referencia a todos aquellos revolucionarios (entre ellos, Michael Collins) que llegaron hasta sus puertas tras haber sido excomulgados por la Iglesia. Y, si estás buscando algo radicalmente diferente en Dublín, deberías visitar el Virgin Mary, que, haciendo honor a su nombre, es el primer pub del país en el que no se sirve alcohol. No olvides probar la Irish Virgin si lo visitas: es similar a la cerveza negra, con espuma espesa y mucha personalidad.
Pero la vida nocturna en Dublín no se reduce a los pubs. También hay algunos bares de cócteles de estilo más contemporáneo que son dignos de una visita, sobre todo si buscas escapar un poco del ambiente más tradicional.
Visita obligatoria: Groans es un estupendo lugar para el almuerzo. Si quieres que tus papilas gustativas se revolucionen, pídete un "Especial" en el menú de tostadas. No te decepcionará.
No te pierdas: un día soleado en Toners. La terraza desprende una atmósfera especial durante esos días y tanto los visitantes como los lugareños experimentan ese ambiente tan particular.
Lo tradicional y lo moderno se dan cita en South William Street, en el centro de la ciudad. Es imposible hablar de la vida nocturna en Dublín sin mencionar Temple Bar, todo un referente del país. Se trata de una pintoresca calle adoquinada, muy cerca del río, en la que se ubica una gran cantidad de boutiques y estudios de moda, bares y cafeterías. Durante muchos años fue una zona en ruinas, pero cuando la banda U2 se hizo cargo de uno de los hoteles del lugar, comenzó su transformación. Hoy en día es una de las áreas favoritas de la ciudad para "ver y ser visto" y es frecuentada por hipsters, además no está muy lejos de otro lugar emblemático: Palace Bar. Erigido en 1823, este local conserva toda la esencia de los pubs irlandeses tradicionales.
Uno de los bares más modernos de la ciudad es The Lucky Duck, que ocupa varias plantas de un elegante edificio victoriano de ladrillo rojo, cuidadosamente restaurado. En la planta baja se puede disfrutar de un ambiente de barrio y una magnífica barra antigua con cubierta de cobre. Subiendo las escaleras te encontrarás otros tres niveles, todos ellos con bares íntimos que comparten una misma estética elegante. Son el lugar idóneo para tomarte un cóctel (o dos, o tres…).
Uno de los secretos peores guardados de Irlanda es The Bar With No Name, el "Bar Sin Nombre". Todo el mundo lo conoce así porque lo cierto es que no hay ningún cartel en el exterior, pero ello no ha impedido que goce de una fama extraordinaria. De hecho, esta falta de nombre ha sido la campaña publicitaria más fructífera para su promoción. Darás con él cuando encuentres una puerta con un caracol de madera. Una vez que llegues allí, sube la escalera para acceder al bar, una amplia y luminosa estancia decorada con elegantes sofás de cuero rojo. Cuenta con una fantástica selección de cervezas, pero sus cócteles son los verdaderos protagonistas de la carta. No te vayas sin probar el Lemon Basil Smash.
Visita obligatoria: The Lucky Duck. Paséate por los diferentes pisos para disfrutar de sus múltiples ambientes.
No te pierdas: el menú de cócteles de The Bar With No Name. Aparte del popular Lemon Basil Smash, ¡hay muchos más!
Además de los bares y los pubs, existen en Dublín otras alternativas de ocio, como los famosos teatros Abbey y Gaiety. ¿Quieres echarte unas risas? En la ciudad hay infinidad de clubes de la comedia que son una estupenda parada antes o después de cenar en los restaurantes de primera categoría que te encontrarás sin alejarte mucho del centro.
Si lo que te apetece es un poco de música en vivo, algo a lo que se apuntan también los lugareños después de algunas pintas, el The Cobblestone Pub es uno de los más conocidos. Un local estupendo para disfrutar de la buena música que recibe con los brazos abiertos a cualquiera que quiera unirse a la fiesta. ¿No te lo crees? Lleva tu propio instrumento: un violín, una guitarra, una armónica o un simple silbato, y anímate a subir al escenario. Si tus dotes como músico están algo oxidadas, seguro que alguien te echa una mano para que te pongas al día. Whelan’s es otro pub clásico de música irlandesa, enorme y acogedor. Dispone de dos barras y dos escenarios, y no hay una noche de la semana en la que no haya música en directo o una velada cómica.
Con independencia del lugar en el que hayas decidido pasar la noche, asegúrate de que no te vuelves al hotel sin haber tomado un vaso de Guinness o de Murphy’s. Y, si te apetece algo un poco más dulce, atrévete con el Kerrygold Irish Cream Liqueur, una explosiva mezcla de Baileys y la mantequilla más famosa de Irlanda.
Visita obligatoria: The Cobblestone Pub, si tu sueño siempre ha sido el de actuar frente a una multitud que te adora.
No te pierdas: una pinta de cerveza negra. Según un estudio científico realizado por el Instituto de Tecnologías de la Alimentación, está demostrado que realmente saben mejor en Irlanda.