Qué ver en Tailandia: lugares y planes imprescindibles
Tailandia es uno de los destinos turísticos más demandados del Sudeste Asiático. Su irresistible binomio de naturaleza idílica y playas vírgenes, junto con una cultura exótica y festiva de gentes acogedoras y sonrientes tiene mucho que ver con esta condición. Y qué decir de su archiconocida gastronomía, todo un festín lleno de color, abundancia de sabores y variedad de colores que reflejan la personalidad desbordante del denominado «país de las sonrisas».
Más allá de su turismo de arena y sol, los amantes de la aventura y de los planes culturales estarán encantados con destinos como Chiang Mai y Chiang Rai, al norte del país, mientras que los más urbanitas adoptarán a Bangkok, la capital, y sus rascacielos, puestos de comida, relucientes templos y animada vida nocturna como su enclave favorito.
Descubre con nosotros los lugares ineludibles que ver en Tailandia, ya viajes con la única compañía de tu mochila, en pareja o con amigos. Apunta los sitios que no pueden faltar en tu cuaderno de viaje:
Bangkok. Puerta de entrada al país, la capital de Tailandia recibe a quien lo visita con el calor húmedo que desprende su cargada atmósfera nada más aterrizar. Pero que no te abrumen las primeras impresiones. Bastan pocas horas para aclimatarse a su característica humedad. Es probable que, a tu llegada al hotel, y tras cambiarte a una ropa más transpirable y ligera, ya dejes de percibir el calor para empezar a disfrutar de la intensidad de olores y estímulos sensoriales que ofrece esta animada ciudad.
No hay mejor forma de aclimatarse a ella que comenzando el primer día en la ciudad con una contundente sopa de arroz o «Khao Tom» que nos dé la energía suficiente para afrontar el resto del día: un recorrido por el Gran Palacio Real y su famoso Buda de Esmeralda, una visita al Templo del Buda Reclinado, una pausa para un masaje tailandés y un «khao pad» o un «pad thai» y un paseo por los laberínticos canales de Bangkok, una auténtica ciudad flotante. Para finiquitar el día, déjate ver por Yaowarat Road, la principal arteria del barrio chino de la ciudad, el lugar idóneo para catar comida tradicional china en la calle después de visitar algunos de sus recónditos templos.
Si te quedas un segundo día en la ciudad, te recomendamos un paseo por el río Chao Phraya, durante el que podrás visitar el Templo del Amanecer y, si es fin de semana, no dejes de visitar uno de los mercados más grandes de Asia, el Mercado Chatuchack que, junto con el Mercado nocturno de Patpong y el de Suan Lum, son de lo mejorcito de Bangkok.
Chiang Mai. Un destino ideal para familias, la capital cultural del norte es un paraíso para los amantes del arte y de los templos. Piérdete por su casco viejo para descubrir sus más de 300 templos budistas, sube hasta la montaña sagrada Doi Suthep para ver el templo Wat Phra That Doi Suthep y disfrutar de las magníficas vistas desde allí o emprende una ruta de senderismo por la selva para encontrarte cara a cara con elefantes y aldeas de montaña.
Chiang Rai. La provincia de Chiang Rai, puerta de entrada del fascinante Triángulo de Oro que conforman Tailandia, Laos y Birmania, es actualmente un destino ideal para quienes huyan de las aglomeraciones. Prepárate para visitar tribus locales de montaña, avistar fauna de lo más exótica y descubrir templos como el Templo Blanco o Wat Rong Khun.
Río Mekong. Este «dragón de agua» que serpentea el noreste de Tailandia es una autopista llena de anécdotas y emociones de lo más auténticas que se despliegan en territorio tailandés desde Chiang Khan hasta el Parque Nacional del Pha Taem, regalándonos a su paso pueblos de pescadores que entrelazan tradiciones laosianas y tailandesas, y curiosidades como el parque escultórico de Nong Khai y las pinturas rupestres de Ubon Ratchathani.