Si cierras los ojos e imaginas la playa de tus sueños, probablemente verás arena blanca y fina, palmeras que se mecen suavemente al viento y una hamaca o tumbona que te invita a relajarte, todo ello rodeado de un mar turquesa y cristalino. Pues bien, ese sueño se hace realidad en un buen número de islas de las Maldivas, tanto habitadas como turísticas. Como sabemos que es casi imposible elegir, nos hemos encargado de hacer el trabajo duro por ti: aquí tienes nuestra selección con las diez playas más bonitas de las Maldivas.
La playa de Reethi, en el atolón de Baa, donde se encuentra el Reethi Beach Resort, es sinónimo de puro lujo. Se considera la representación perfecta de las Maldivas, con sus pintorescas villas acuáticas, sus exclusivas marisquerías y su magnífica playa. Desde Malé se llega en unos 30 minutos en hidroavión.
Recomendación: tienes que bucear entre los jardines de coral únicos de Coral Paradise.
Completamente alejada de todo, la remota y salvaje playa de Fulhadhoo recibe cálidamente a quienes la visitan. Es una isla habitada, bendecida por una playa extraordinariamente larga para una isla de este tipo: casi 1 km de fina arena blanca. Los que buscan paz, tranquilidad y un descanso de la rutina diaria están en el lugar adecuado. Los excelentes restaurantes locales sirven una comida estupenda antes de volver a contemplar la belleza del entorno. Se encuentra a 2 horas de Malé, ya sea en hidroavión o en barco.
Recomendación: disfruta de una romántica cena de marisco al atardecer.
La paradisíaca y blanca playa de Lily se encuentra en la isla de Huvahendhoo, en el Lily Beach Resort & Spa. Los buceadores y los aficionados al esnórquel están de enhorabuena: algunos de los lugares de buceo más famosos están increíblemente cerca. Y para después, las coctelerías y los excelentes restaurantes de los complejos turísticos son perfectos para relajarse. El aeropuerto de Malé está a solo 25 minutos en hidroavión.
Recomendación: el arrecife privado del complejo turístico ofrece un mundo submarino realmente fascinante.
La larga y estrecha playa de Dhigurah, en el atolón de Ari del Sur, podría ser tu isla desierta en el paraíso: una extensión de arena blanca y fina bañada por un mar azul brillante situada en una isla habitada pero con solo un par de cafés y un puñado de sencillos hoteles. Si lo que te interesa está bajo las aguas, pocos lugares mejores para explorar el mundo submarino y nadar con los majestuosos tiburones ballena. El ferry desde Malé tarda unas 4 horas.
Recomendación: date un paseo por el desértico banco de arena al final de la playa, que se sumerge en el mar cristalino y llega al excepcional LUX South Ari Resort.
El complejo privado de la playa de Bandos es uno de los más antiguos de las Maldivas y atrae a numerosos huéspedes a su idílico entorno. Es un lugar para enamorados, para pasear por la arena blanca en polvo o relajarse en las cómodas tumbonas. Se trata de una zona más tranquila, con actividades centradas principalmente en la pesca y el esnórquel en el colorido arrecife. En lancha rápida desde Malé se llega en unos 20 minutos.
Recomendación: no te pierdas el inolvidable atardecer, cuando el ardiente sol se oculta en el mar.
En la pequeña isla turística de Mirihi Beach no hay nada que ver excepto modernas villas, palmeras y arena blanca rodeada de verde vegetación. En todo el complejo reina una maravillosa paz. Se llega en hidroavión en 30 minutos desde Malé.
Recomendación: de julio a febrero se puede observar el fenómeno natural Mar de estrellas: la playa brilla por la noche gracias a la presencia de un tipo de plancton.
A solo 10 minutos en barco desde Malé, encontrarás la playa de Kurumba en todo su esplendor. La arena es como el azúcar blanco en polvo, y su paradisíaco telón de fondo de aguas azul turquesa y verdes palmeras es especialmente popular entre los recién casados. Situado en el atolón de Malé Norte, el complejo ofrece hermosos rincones para buceadores, submarinistas y kayakistas, quienes podrán reponer fuerzas en sus numerosos y excelentes restaurantes.
Recomendación: tienes que asistir al programa de actividades del complejo, desde actuaciones en vivo hasta noches de jazz al atardecer.
La playa pública de Hulhumale es, de hecho, una de las más bellas de las Maldivas. Sus principales características: su exuberante y verde vegetación, la arena blanca y fina y los románticos restaurantes y bares que invitan a disfrutar de una velada inolvidable. Solo hay que tener en cuenta que no se trata de una playa realmente turística, por lo que las normas de vestimenta cambian: los bikinis no son bienvenidos. El aeropuerto de Malé está a 5 km, así que solo hay que conducir unos minutos para llegar a la playa.
Recomendación: maravillosas vistas del atardecer combinadas con un festín de marisco.
La isla de Thulusdhoo es el centro neurálgico de la escena local del surf. La ciudad atrae a numerosos surfistas año tras año, mientras que los amantes del sol se relajan en las cómodas tumbonas de la blanca playa de Bikini, donde está permitido el uso del bikini (a diferencia de otras zonas de la isla, donde hay que ir más cubierto). En la playa de Bikini también abundan las oportunidades para practicar el esnórquel y el buceo. La isla se encuentra al norte de la capital, Malé, y se puede llegar a ella en unos 30 minutos en lancha rápida.
Recomendación: nadar o bucear en el pecio de Meeru Kuda, habitado por numerosas y coloridas especies marinas.
La playa de la pintoresca isla de Meeru atrae a los visitantes con su brillante arena blanca. Está rodeada de palmeras y manglares, lo que la convierte en un escenario perfecto para relajarse. Aquí se encuentra uno de los complejos turísticos más antiguos de las Maldivas y hay muchas cosas que hacer: excursiones a las islas vecinas, submarinismo, instalaciones deportivas (tenis, golf), y mucho más.
Recomendación: No te acuestes pronto: hay espectáculos culturales, noches de karaoke y discoteca.
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