Atracciones turísticas de Ámsterdam

Para conocer la vida en Ámsterdam durante la Ocupación, visita la Casa de Ana Frank. De 1942 a 1944, la familia Frank se ocultó en un anexo secreto, donde les ayudaban con alimentos comprados en el mercado negro. En 1944, la policía alemana allanó la casa y descubrió su escondite. Deportaron a toda la familia Frank, primero al campamento de tránsito de Westerbork, y luego a Auschwitz y Bergen-Belsen. Ana había estado escribiendo su famoso diario y documentado cómo era la vida. El padre de Ana, el único miembro de la familia que sobrevivió, lo publicó después de la guerra. Este es, de lejos, uno de los museos más conmovedores para visitar.

La Iglesia de Oude Kerk se erige orgullosamente como el edificio más antiguo de Ámsterdam. Es la iglesia original de la comunidad de pescadores de Amestelledamme. A pesar de una serie de incendios, sigue presente la torre de la iglesia del siglo XIII, junto con una capilla añadida en el siglo XV. Es uno de los edificios más majestuosos de Ámsterdam. Uno de los favoritos de los turistas de Ámsterdam.

¿Eres entusiasta del cine? ¿Sí? ¡Pues estás de suerte! El Eye Filmmuseum es una de las atracciones más singulares de Ámsterdam. Un instituto de cine futurista, cruza el IJ para llegar a este lugar tan entrañable. El espacio alberga exposiciones temporales y proyecciones en sus cuatro cines de última generación. Incluso hay receptáculos especialmente diseñados en el sótano para ver películas.

Este precioso barrio es una de las mejores atracciones turísticas de Ámsterdam. Es un lugar para vagar y tomarse su tiempo. Jordaan North es un laberinto de callejuelas pequeñas, restaurantes tranquilos y talleres prósperos. El North tiene muchos Jordaaners ‘auténticos’, estudiantes con criterio independiente, artesanos y comerciantes nacidos y criados en el barrio. Jordaan South alberga tiendas individualistas en encantadoras calles adyacentes a los canales más grandes. Toda la zona es perfecta para hacer fotos.

Una de las principales atracciones turísticas de Ámsterdam es el popular Vondelpark (parque urbano público). Es un paraíso durante todo el año para corredores, ciclistas, paseadores de perros y patinadores. En verano se celebran conciertos y eventos de baile. ¡Es un gran lugar para ver a la gente de Ámsterdam!

El Museo Van Gogh, junto al Stedelijk, es una parada imprescindible. El edificio principal, diseñado por el arquitecto holandés Gerrit Rietveld, sigue dedicado a la mayor colección de obras de Van Gogh.

El Rijksmuseum (Museo de los Países Bajos), justo al norte, es una amplia colección que se inspira en gran parte en la propia ciudad. Esta casa del tesoro cultural nacional reabrió sus puertas después de 10 años de renovación. Su aspecto actual es brillante. A esto le siguió el nuevo Phillips Wing, que incluye un espacio de exposición temporal, una galería de fotografía y un restaurante. En total, 8000 objetos en 80 galerías cuentan la historia de 800 años de arte e historia holandesa desde la Edad Media hasta Mondrian.

¿Te gusta la cerveza? ¿Sí? Esta es la atracción turística de Ámsterdam ideal para ti. Con un corto paseo al este del Rijksmuseum a lo largo de Singelgracht, podrás vivir la Heineken Experience. La cerveza de fama mundial se elaboró en este edificio hasta 1988. Ahora los visitantes pueden disfrutar de un recorrido autoguiado de una hora y media antes de probar algo de oro líquido.

¿Tienes hambre? ¡Nosotros también! Si sales a comer en los Países Bajos, dispondrás de una gran variedad. En Ámsterdam y algunas de las ciudades más grandes, es posible comer casi cualquier tipo de cocina, gracias a la proliferación de restaurantes étnicos, desde vietnamitas hasta etíopes. Y así como los exploradores holandeses trajeron en su época especias de todo el mundo, los chefs innovadores están combinando Oriente con Occidente para crear platos únicos y deliciosos de «fusión». Si te apetece un aperitivo rápido, hay varias opciones, desde la tienda que vende broodje (panecillos rellenos) o el vendedor de lumpiás vietnamitas (rollitos de primavera), hasta el puesto de comida para llevar de Oriente Medio que vende shoarma (cordero asado) o falafel en una pita. ¡Tú decides, allí tienes de todo!

Los jardines botánicos de Hortus Botanicus son fundamentales al visitar Ámsterdam. El Jardín Botánico comenzó como un pequeño jardín medicinal en 1682, pero pronto se convirtió en el depósito de muchas de las nuevas especies de plantas traídas de las colonias holandesas en la Edad de Oro. Los vidrios brillantes se añadieron en 1912. Los jardines son ahora el hogar de una de las colecciones más grandes del mundo. Es totalmente zen.