El principio y el final del verano son las dos mejores épocas para disfrutar de la ciudad de Lisboa porque las lluvias son escasas y la temperatura agradable. Si buscas además las playas del Atlántico, tendrás que adentrarte en el centro del verano para disfrutar de los arenales de Cascais y Estoril y practicar deportes como el surf.
Transportes
Lisboa está muy bien conectada con la mayor parte de las grandes ciudades de Europa a través de su aeropuerto internacional. Está bastante cerca de la ciudad y llegarás a ella a través del metro o el autobús. Muchos de los turistas que llegan a Lisboa desde España lo hacen en coche. Desde hace pocos años las autopistas de Portugal son de peaje electrónico y es conveniente informarse de los diferentes métodos de prepago para no recibir multas.
La mejor forma de moverse por Lisboa es a través del tradicional tranvía. Algunas líneas como la 28 tienen un encanto especial y recorren los laberínticos entramados urbanos del barrio de la Alfama. Sin embargo, a veces hay Hoteles Lisboa más lejos del centro o quieres ir a zonas más distantes de la ciudad; en tal caso la mejor alternativa es el metro. Este medio lamentablemente no llega a todos los sitios, y entonces tendrás que usar el autobús. Si quieres usar el transporte público a menudo, existen unas tarjetas monedero que se pueden recargar y que te permitirán ahorrar en cada viaje, aunque estas tarjetas solo pueden ser usadas por un solo viajero y, si vais en grupo, quizá merezca la pena adquirir billetes múltiples.
Cosas que no debes dejar de ver y hacer:
El río Tajo ha marcado desde siempre la historia del Lisboa y la Praça do Comercio es el tradicional acceso de la ciudad al río en la parte más antigua. Desde aquí se puede divisar el gran estuario que forma el río en su desembocadura muy cerca ya del océano. El barrio de Baixa, totalmente rectilíneo tiene este trazado porque fue totalmente reconstruido tras el terremoto del siglo XVIII. La principal arteria del barrio es la Rua Augusta que termina en la plaza de Rossio. Esta plaza es el centro neurálgico de la ciudad y cada día podrás ver manifestaciones ciudadanas de toda índole en un lugar lleno de vida y buen ambiente en una de las mejores zonas para tomar algo o ir a un restaurante. La cercana Praça dos Restauradores nos lleva a la gran Avenida da Libertade, el mayor bulevar del centro de la ciudad que termina en el parque Eduardo VII.
Al oeste de Baixa se encuentra el Barrio Alto, al que se puede acceder desde Rossio desde el popular elevador de Santa Justa, de principios del siglo XX y una de las mayores atracciones de la ciudad. El Barrio Alto invita a pasear por sus calles y tomar un café en sus cafeterías. La zona más popular es Chiado, donde el Convento do Carmo es uno de los edificios más importantes de un barrio bohemio y con un gran ambiente cultural. Las letras portuguesas quedan homenajeadas en la Praça de Camoes, donde podrás disfrutar de las librerías tradicionales y de una buena oferta comercial.
El más popular barrio de Lisboa es la Alfama, donde se encuentran los principales monumentos de la ciudad y donde más vas a disfrutar. Si puedes recorrer este barrio en el tranvía número 28 vivirás de una forma única sus calles estrechas y empinadas. Los Hoteles en Lisboa con más encanto están en esta zona. Uno de los edificios más importantes es el Castillo de San Jorge y desde el Mirador de Santa Lucía podremos disfrutar de las vistas más bellas de la ciudad. La Sé de Lisboa, la Catedral, de estilo románico, es un verdadero símbolo lisboeta y uno de los edificios más bellos.
Tu estancia en Lisboa no estaría completa si no acudes a Belém, una pequeña población metropolitana perteciente a Lisboa donde se encuentra un recinto monumental imprescindible. Lo más destacable es el Monasterio de los Jerónimos, una impresionante obra del gótico tardío portugués (el estilo manuelino). La Torre de Belém, a orillas del Tajo, es uno de los monumentos más reconocidos de la ciudad y que en sus orígenes sirvió como faro. El tercer gran elemento de esta bonita zona ajardinada es el Monumento de los Descubrimientos que recuerda la gran tradición marítima del antiguo Reino de Portugal.
Gastronomía, ocio y tiempo libre:
La mejor zona de restauración de la ciudad está entre Rossio y la Alfama, donde encontrarás lo mejor de la gastronomía portuguesa. Lo más conocido por los españoles que visitan Portugal es el bacalao, pero hay muchos productos que poder disfrutar de la gastronomía. Fuera de los tópicos, uno de los platos más representativos es el famoso caldo verde de col y patatas. En Lisboa son muy comunes los restaurantes especializados en mariscos y pescados a la parrilla. En Belém podrás degustar los famosos pasteles de nata (pasteis de Belém) que se venden en la Antiga Confeitaria de Belém.
En Barrio Alto está la mejor zona para salir por la noche. En sus animadas calles se da cita la juventud lisboeta en una decena de locales de gran ambiente. Muchos de los locales de esta zona abren tarde y es habitual que tengas que pagar para entrar, por lo menos en los de mayor demanda.
A muy pocos kilómetros de Lisboa se pueden visitar las hermosísimas ciudades de Estoril, mundialmente conocida por su casino; Cascais, un antiguo pueblo de pescadores reconvertido en un gran centro turístico; Sintra, antigua sede de la residencia oficial de verano de los Reyes de Portugal; Mafra, donde destaca el Palacio Convento de Juan I; y Setúbal. Las playas de Cascais y Estoril son un atractivo adicional si vas a Lisboa en verano.
El Oceanário de Lisboa es el segundo acuario más grande de Europa y una visita muy interesante si te gustan los animales. Es el más interesante de los edificios que quedaron de la exposición universal de 1998 y recrea los diferentes hábitats marinos. En el acuario central se encuentran la mayor parte de las especies más interesantes, entre las que se encuentran una gran variedad de escualos.