Qué ver en Dubrovnik: lugares y planes imprescindibles
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la ciudad amurallada de Dubrovnik es uno de los destinos más populares y turísticos de Croacia. Motivos no le faltan a la antigua Ragusa romana. Ya lo adelantaba el inglés Lord Byron cuando la calificaba como «la Perla del Adriático», o cuando el el dramaturgo George Bernard Shaw afirmaba que «para conocer el paraíso en la Tierra, hay que venir y conocer Dubrovnik».
Nada más ver alguna de sus bellas estampas, casi siempre protagonizadas por un característico casco viejo amurallado de tejados rojizos que contrastan con el azul intenso de un mar prístino, sobran las palabras y faltan los calificativos para describir tanta belleza. Sin hablar de las serpenteantes carreteras que acompañan un litoral de infinitos azules o un entorno natural de una frondosidad envidiable. Por no mencionar sus pintorescas callejuelas y plazas en las que tomarse un café largo –en tiempo, lo de la dosis de cafeína la elige cada cual– para charlar o simplemente ver la vida pasar, uno de los quehaceres preferidos de los croatas que tienen la suerte de habitar esta ciudad de cuento.
Una vez exploradas sus calles, merece la pena subir al monte Srd en funicular para contemplar una de las más bellas panorámicas de la ciudad croata, o bien regalarse el paladar con la gastronomía local, en la que no faltan los estrella Michelin y tampoco los chiringuitos paradisíacos. Y como colofón a una visita de diez, un viaje a Dubrovnik no está completo sin haber recorrido en barco su costa en busca de calas idílicas o de islas igualmente sobrecogedoras. Eso sí, si lo tuyo son las escapadas del circuito turístico habitual, apúntate este nombre: Konavle. Como si de una toscana croata se tratase, aquí los paisajes de viñedos son solo interrumpidos por casas familiares como las de antaño en los que disfrutar de un agroturismo de primera.
Ahora sí, vayamos al grano. En el siguiente listado encontrarás una a una las cosas que ver en Dubrovnik, la joya de Croacia cuyo patrimonio cultural y arquitectónico no dejará de sorprenderte:
Puerta de Pile. Carta de presentación para la mayoría de los visitantes que llegan a Dubrovnik, fue durante siglos la entrada principal de la antigua República de Ragusa. Para adentrarte «intramuros» atravesarás un majestuoso puente de piedra que salva la distancia del antiguo foso y una puerta exterior con forma de torre presidida por la figura de San Blas, protector de la ciudad.
Puerto Viejo. Otro de los posibles accesos a la ciudad, el puerto viejo de Dubrovnik cuenta con numerosos reclamos como el fuerte de Revelin, una construcción militar del siglo XVI que ofrece unas atractivas vistas sobre los poderosos muros y fosos que la componen, además de la coqueta postal que protagonizan los barcos pesqueros amarrados a muros históricos. Completa la monumentalidad del entorno la adyacente escalinata del Monasterio de Santo Domingo, uno de los principales templos religiosos de Dubrovnik cuyo claustro rodeado de pórticos y naranjos no te puedes perder.
Plaza Luza. Conocido por marcar el comienzo de la fotogénica calle Stradun, este rincón del casco viejo de Duvrovnik esconde algunos de los edificios civiles y religiosos que ver en Dubrovnik. Presidida por la simbólica columna de Orlando y la no menos emblemática fuente de Onofrio, la plaza de Luza está enmarcada por el Palacio del Rector o el de Sponza, ambos de visita ineludible, la iglesia de San Blas, el edificio de la Guardia Principal, la Torre de la Campana y la mismísima catedral de Dubrovnik, un templo en honor a la Asunción de la Virgen María de estilo barroco que alberga tesoros como la «La Asunción de María» de Tiziano y una Madonna atribuida a Rafael.
Stradun. Con sus 280 metros de longitud, es la calle más transitada –y fotografiada– de Dubrovnik. Asombra por su belleza simétrica de edificios mellizos que antaño sirvieran de almacén comercial y residencia, que solo la hipnótica y esbelta torre del monasterio Franciscano de la ciudad se atreve a alterar. Por no hablar de su lustroso enlosado de mármol que da cuenta de la forma trapezoidal que tiene esta arteria, cada vez más estrecha conforme se dejan atrás las principales instituciones de la ciudad.
Escalera e iglesia de los jesuitas. Si eres fan de Juego de Tronos, en tu listado de cosas imperdibles que ver en Dubrovnik no puede faltar la iglesia de San Ignacio y su escalinata, prima hermana de la casa de la congregación en Roma, al parecer uno de los escenarios más míticos y menos alterados de la serie.