Porque hay vida más allá de la gran urbe, te descubrimos pueblos de Madrid con encanto para hacer una escapada. Deja atrás el asfalto y el ritmo frenético de la gran ciudad y descubre destinos alternativos con mucho tirón. Naturaleza, gastronomía, deporte y cultura a pocos kilómetros de Madrid. ¡Comenzamos!
Nada como una escapada de fin de semana para cambiar el chip. Un aperitivo al sol en una histórica plaza mayor, una ruta por la sierra o un paseo por el Versalles español es solo una ínfima parte de lo que te ofrecen estos pueblos de Madrid.
Además de dar nombre a uno de los juegos de cartas más míticos, este pueblo a apenas 50 km de Madrid puede presumir de contar con la plaza mayor más bonita de la comunidad y, con permiso de otras grandes, casi de España. Alrededor de su característico albero, y a modo de corral de comedias gigante, balcones de madera pintados en verde dan color a una plaza que ha sido testigo de todo tipo de espectáculos a lo largo de la historia. Eso sí, el espectáculo que más se da últimamente no es otro que el de dedicarse un aperitivo al sol o marcarse un asado en uno de los restaurantes locales. Si reunes fuerzas para levantarte de tu silla, date un paseo hasta su Iglesia de la Asunción para conocer la torre del reloj o el castillo de Chinchón, que se ha ganado el calificativo de uno de pueblos de Madrid bonitos.
No te pierdas lo más típico de la repostería local como las «tetas de novicia» o las «pelotas de fraile».
Enclavado en plena Sierra Norte, a 75 km de la capital, tienes una de las estampas más bellas de la Comunidad de Madrid: la que nos regala el recinto amurallado de Buitrago de Lozoya a su paso por el río que le da nombre. Declaradas Monumento Nacional y Bien de Interés Cultural, estas murallas de origen musulmán se conservan en su totalidad, dando lugar a un entorno medieval perfecto para las visitas teatralizadas que te recomendamos que hagas, si tienes ocasión. Es una manera original de conocer además otros de sus atractivos, como su alcázar o su famosa torre del reloj. Pero Buitrago da para mucho más –no nos olvidemos de su espectacular entorno natural. Aprovecha para practicar senderismo, hacer una ruta a caballo o probar con el piragüismo.
No te pierdas: el Museo de Picasso. Reúne obras del artista malagueño que él mismo regaló a su barbero y amigo.
Puede que te suene su nombre y que ni siquiera supieras que se trataba también de un pueblo. Y es que si por algo es famoso este rincón de la Sierra de Guadarrama es por sus piscinas naturales, conocidas como «Las Presillas». Suelen estar bastante concurridas en los meses de verano, pues su zona recreativa y sus praderas con sombra suenan a planazo cuando en Madrid azota el calor seco. Pero además de por esta zona de baño, Rascafría tiene atractivos naturales como el bosque de Finlandia, las cascadas del Purgatorio o el Puente del Perdón. Y, ojo, no te vayas sin dar un paseo por el pueblo y conocer su Monasterio de Santa María de El Paular, la primera cartuja de España, o comerte un asado con el rumor del río Lozoya de fondo.
No te pierdas: el chocolate artesanal del pueblo. ¡No hay mal día que no mejore con un buen chocolate!
Algunos lo consideran la playa de Madrid. Al menos en lo que a deportes acuáticos se refiere, el embalse de San Juan, en el término municipal de San Martín de Valdeiglesias, lo tiene todo. Wakesurf, esquí acuático, wakeboard, piragüas y paseos en barco son algunas de las opciones que ofrecen sus 14 km de aguas navegables. Más allá de esta zona de recreación, San Martín es un pueblo encantador en la frontera con Ávila con un castillo con historia como el de Coracera y una gastronomía a la que acompaña un vino merecedor de la denominación de origen de Madrid. Date un paseo por sus calles estrechas para descubrir sus numerosas casas solariegas con escudo en el dintel incluido, y si te animas, visita su famosa Iglesia de San Martín de Obispo con su enorme cúpula.
No te pierdas: su Bosque Encantado, un jardín botánico de fantasía y un espectáculo ideal para ir con niños.
Cualquier excusa es buena para acercarse al Versalles a la española. Por algo es el tercer municipio más visitado de la Comunidad. Te recomendamos que vayas especialmente en primavera y otoño, cuando sus jardines despliegan toda su magia. Oficialmente Sitio Real y Villa de Aranjuez, esta localidad al sur de Madrid fue durante muchos siglos lugar de recreo de monarcas, de ahí que su desarrollo y aspecto se deban a la labor de los más renombrados arquitectos. Imprescindible visitar uno de sus monumentos más célebres, el Palacio Real, y pasear por sus jardines, entre los que destacan el Jardín de la Isla, con su magnífica fuente traída desde la mismísima Florencia y ubicado al norte del Palacio Real, y el Jardín del Príncipe, una obra paisajística digna de ser Patrimonio Nacional.
No te pierdas: el pueblo de Real Cortijo de San Isidro y sus túneles, que custodiaban los vinos de la Bodega Real.
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