Vuelos desde Madrid a Oslo a partir de 158 €

La familia real se trasladó de la Fortaleza de Akershus al Palacio Real, una construcción finalizada en 1848. Además de poder admirar la belleza de este edificio neoclásico, los visitantes podrán disfrutar del Cambio de Guardia o del Desfile de la Guardia de su Alteza Real, que se celebra en determinados días de verano. Otro de los edificios históricos de Oslo es el Stortinget, la sede del Parlamento Noruego, que data de 1866 y destaca por su nave principal circular.

Sin embargo, no debemos olvidar que la ciudad de Oslo es famosa por ser la sede del Premio Nobel de la Paz, uno de los galardones anuales más relevantes del planeta. El Centro del Premio Nobel de la Paz acoge exposiciones temporales, se dan conferencias y hay un espacio interactivo para aprender más sobre estos premios. En el exterior del edificio, se recogen las imágenes de los ganadores de los Premios Nobel de la Paz desde su creación.

La Catedral de Oslo o Iglesia de nuestro Salvador es la edificación religiosa más importante de la ciudad, una construcción que data de 1697. Si bien se trata de una construcción austera por fuera, la belleza de la Catedral de Oslo reside en su interior. Otra de las iglesias más bellas de la ciudad es Sagene Church, un bello templo de ladrillo rojizo y techos picudos que ningún turista debe perderse.

Disfrutar de las Artes en Oslo

La Ópera de Oslo se ha convertido en una de las atracciones más populares de la ciudad por su innovadora arquitectura en la que se combinan mármol y vidrio. Los visitantes pueden acceder al vestíbulo principal, una sala abierta de estilo minimalista con materiales como la piedra, hormigón, vidrio y madera. No obstante, el punto fuerte es el auditorio principal, en la que algunas partes se encuentran hasta 16 metros por debajo del nivel del mar.

Uno de los lugares artísticos más relevantes de la capital Noruega es el Parque de Esculturas de Vigeland, famoso por ubicar un total de 212 esculturas. Una de las obras más famosas es el Monolito, una columna tallada a partir de una sola piedra de más de 14 metros de altura en la que contemplar más de un centenar de figuras humanas. El Parque Vigeland permanece abierto durante todo el año, aunque es en verano cuando rebosa más vida.