Hoteles en Ávila

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Ávila es una ciudad pequeña de apenas 60.000 habitantes, lo que la convierte en una de las capitales de provincia más pequeñas de España. Sin embargo, su cercanía con Madrid, Salamanca, Valladolid, Toledo y Segovia y la cantidad de monumentos Patrimonio de la Humanidad hacen que sea una visita obligada para todas las personas que visitan el centro de España.

La ciudad amurallada de Ávila es un ejemplo de cómo se debe conservar y proteger el patrimonio histórico de una manera eficaz y cuidando mucho los detalles. Cada rincón de su vieja muralla, sus iglesias románicas y la limpieza de sus calles demuestran como una ciudad con tanto valor puede convertirse en un foco de atracción turístico que haga que los que la visiten se trasporten de nuevo a la Edad Media. Es sin duda una de las ciudades de Europa que conserva edificios de una época tan remota como los siglos XI, XII y XIII - periodo de máximo esplendor de la ciudad - de mejor manera.

Transportes

Para llega a Ávila se tiene que hacer o por carretera, a través de autobús o coche particular, o en tren. La ciudad no tiene una conexión de ferrocarril muy buena, así que la mayoría de los que se acercan a Ávila lo hacen en autobús o en coche. Hay una autopista que une Madrid con Ávila y una autovía que la une con Salamanca.

Moverse en Ávila es relativamente sencillo andando. Es una ciudad que permite ese lujo al viajero. Si no vas a estar muchos días en la ciudad y quieres aprovechar mucho el tiempo de desplazamientos has de saber que existen siete líneas de autobuses urbanos y solo hay una que pasa por dentro de las murallas.

Cosas que no debes dejar de ver y hacer:

La principal característica que tiene Ávila radica en que, en pleno siglo XXI, sigue siendo una ciudad amurallada. Podemos decir claramente que la Muralla de Ávila es el principal monumento de la ciudad y es muy recomendable bordear todo su perímetro y, por aquellos tramos en los que es posible, caminar por su interior, donde contemplarás unas espectaculares vistas del río Adaja y de la gran meseta castellana que interminable se extiende por el horizonte. Gran parte de los atractivos turísticos, los mejores restaurantes y los Hoteles en Ávila se encuentran en el interior de los muros de piedra que desde hace casi mil años han protegido esta pequeña ciudad.

La segunda gran característica que tiene Ávila es la religiosidad. La doctora de la Iglesia Santa Teresa de Jesús residió en Ávila y en su casa natal se ha levantado un museo de interpretación de su obra. Junto al museo de Teresa de Ávila se encuentra un convento barroco que lleva también su nombre y muy está cerca el Monasterio de la Encarnación, uno de los lugares esenciales de la vida de Santa Teresa, puesto que en sus muros fue bautizada y en él se fraguó la Reforma del Carmelo. El más importante templo que hay en la ciudad es, por supuesto, la Catedral de Ávila. Adosada en la cara occidental de la muralla, fue concebida no solo como templo de culto, sino también como fortaleza en caso de ataque. El ábside de la catedral refuerza la muralla en lo que popularmente se llama como Cimorro.

El centro de la vida cotidiana de los abulenses está en la Plaza del Mercado Chico, toda una plaza mayor en la que se encuentra el edificio del Ayuntamiento. Cuando el buen tiempo lo permite, la plaza se llena de mesas y sillas de las terrazas de los bares, restaurantes y cafeterías que ofrecen los mejores productos de la tierra en unos menús que, sin duda, abren el apetito. A ella se puede llegar desde la catedral a través de la calle de los Reyes Católicos, la calle más comercial de la ciudad y paseo habitual de los habitantes de Ávila.

Fuera de las murallas también hay cosas que visitar en la ciudad de Ávila. Muy cerca de la Catedral está la Plaza de Santa Teresa, conocida también como la plaza del Mercado Nuevo, en donde todo el protagonismo lo tiene la Basílica de San Pedro. A esta plaza se llega cruzando las murallas por la esquina sureste, donde se abre una gran explanada donde poder admirar la arquitectura. Todavía junto a la muralla, justo en su esquina noroeste, nos encontramos una joya del románico abulense, la Basílica de San Vicente. Desde esta posición se puede observar la puerta de San Vicente, cuyo entorno es uno de los más bonitos de las nueve puertas con que cuenta la muralla. Al sur de la ciudad se encuentra el Real Monasterio de Santo Tomás, un edificio de muy bella factura que fue sede de la Inquisición y de la Universidad de Santo Tomás, y hoy está declarado Patrimonio de la Humanidad. No está de más hacer un recorrido por el resto de joyas arquitectónicas Patrimonio de la Humanidad que se encuentran esparcidas por los antiguos arrabales de la ciudad. Las más importantes de estas edificaciones son la Iglesia de San Andrés, el Convento de San José, la Iglesia de San Martín, la Iglesia de Santa María de la Cabeza, la Iglesia de San Nicolás y la Iglesia de San Segundo. Todas ellas representan lo mejor del románico medieval entre los siglos XI y XIII.

Gastronomía, ocio y tiempo libre:

La gastronomía de Ávila tiene un marcado carácter castellano, con comidas sobrias y contundentes pero de exquisito sabor. Todo menú típico abulense contará con los judiones del barco, las patatas revolconas (hechas a base de manteca, ajo y pimentón) y, por supuesto, el chuletón de ternera de Ávila. Sin olvidar, las Yemas de Santa Teresa que son el postre típico de esta región. En casi cualquier restaurante de la ciudad podrás degustar estos manjares. El turismo gastronómico es uno de los puntos fuertes de Ávila y entre la Catedral y la Plaza del Mercado Chico hallarás la mayor oferta de restaurantes y Hoteles baratos en Ávila.

Ávila es una ciudad pequeña y su oferta de ocio no se puede comparar a la de las grandes ciudades. Sin embargo siempre se puede encontrar vida nocturna si lo que quieres es tomar unas copas para divertirte un poco antes de ir a dormir. La principal zona de marcha de la Ciudad se encuentra en los alrededores de la Basílica de San Pedro.

La cercanía de Ávila con la naturaleza permite a los que se acercan a visitar la ciudad poder contemplar un ecosistema de alto valor ecológico. En los encinares y valles fluviales que rodean Ávila habitan dos especies difíciles de encontrar en otros lugares del planeta: la cigüeña negra y el águila imperial. No son fáciles de ver, pero los amantes de la ornitología tienen un motivo más para visitar esta bonita ciudad.