Alicante presenta un clima privilegiado con unas temperaturas suaves durante la mayor parte del año, sin los rigores del invierno y con unos veranos calurosos sin el excesivo bochorno típico del Mediterráneo. Es difícil ver llover en esta ciudad, siendo su cielo siempre azul y sus hermosas playas, el principal atractivo de Alicante.
Transportes
Se puede llegar a Alicante por cualquier medio, ya sea por carretera, por barco, por tren o por avión. El Aeropuerto del Altet de Alicante está muy cerca del centro de la ciudad. Hay Hoteles Alicante con servicio de traslado desde el aeropuerto a tu hotel, pero si no tienes ese servicio contratado, la mejor manera es a través de la línea de autobús C.6 que va desde la terminal del aeropuerto hasta la estación de trenes; además hace paradas en otros puntos de la ciudad. Hasta Alicante llegan varias líneas de tren de la red nacional, incluida la línea de alta velocidad que la une de manera directa con Madrid en solo dos horas y media. Una forma habitual para llegar a Alicante es el autobús, muchas compañías unen diversas capitales de provincia y otras ciudades con la capital alicantina.
Alicante no es una ciudad excesivamente grande y la mayor parte de los desplazamientos se pueden hacer a pie. De todas maneras existe una buena red de líneas de autobús que conectan todos los puntos de la ciudad así como líneas de tranvía que conectan la capital con el área metropolitana. Además de con los billetes sencillos, podrás viajar con los billetes combinados que te permitirán ahorrar en tus desplazamientos si piensas usar a menudo el transporte público.
Cosas que no debes dejar de ver y hacer:
La nueva ciudad de Alicante se mueve en el entorno de la Plaza de la Puerta del Mar, desde donde divisaremos la principal playa de la ciudad: la Playa del Postiguet, a los pies del Castillo de Santa Bárbara y junto al Parque de la Ereta. Aquí están los principales paseos marítimos para relajarte delante del mar, como el Paseo de la Explanada, que es un espacio que creo la ciudad tras eliminar las murallas, o el Paseo de Gomiz. El magnífico puerto deportivo de Alicante es uno de los atractivos , en el que muy probablemente puedas ver algún gran velero de competición al ser Alicante un puerto habitual de regatas.
Si nos adentramos al centro de la ciudad, nos encontraremos el Ayuntamiento de Alicante, de estilo barrroco y cuyo elemento más característico es la popular placa que marca que la ciudad es la unidad de referencia para medir la altura sobre el nivel del mar en España. Muy cerca del Ayuntamiento está la Concatedral de Alicante, consagrada a San Nicolás, un bello edificio de estilo herreriano del siglo XVII. Si continuamos hacia la Plaza del Carmen llegaremos a la Rambla Méndez Núñez, que es el límite entre el casco antiguo y el centro histórico. Si continuamos la rambla llegaremos al puerto.
La calle de San Fernando une el casco antiguo con el ensanche del casco histórico y atraviesa la Plaza de Gabriel Miró, una de las más ajetreadas de la ciudad. Al final del puerto está el peculiar edificio de La Lonja de Pescado, donde hoy se exhiben numerosas exposiciones culturales. Desde aquí, y yendo rumbo norte, nos dirigiremos por la Avenida del Doctor Gadea y la Avenida de Federico Soto hasta una de las plazas más populares de la ciudad, la de Los Luceros, donde se colocan cada año las típicas mascletás. Esta plaza es el centro de la ciudad moderna y de la que parte todo el ensanche de principios del siglo XX.
Dirigiéndonos ahora hacia el Castillo de Santa Bárbara, nos toparemos con el Teatro Principal de Alicante, y la Avenida de la Constitución, una de las principales zonas comerciales de la ciudad. A pocos metros, el Mercado Central de Alicante, con 100 años de antigüedad, es un edificio modernista en el que podrás disfrutar de un típico mercado tradicional.
El Castillo de Santa Bárbara es una visita imprescindible en la ciudad. Desde lo alto podrás contemplar las mejores vistas de la ciudad y del mar Mediteráneo. Está situado en la cumbre del monte Benacantil, a 166 metros de altitud y constituye una de las mayores fortalezas medievales que se conservan en España.
Gastronomía, ocio y tiempo libre:
La cocina levantina es la salida perfecta a su clima mediterráneo y caluroso. Con su perfecta mezcla de pescados y carnes, destacan sus abundantes arroces y los turrones, uno de los productos de repostería más populares, aunque no olvidemos regarlos con una refrescante horchata de chufa típica del lugar. Después de comer, resulta obligada una excursión a la isla de Tabarca, una de las actividades que nadie puede perderse en Alicante. A apenas unas millas adentrándose en el mar, Tabarca se compone de varios islotes cuyas calles fueron declaradas Bien de Interés Cultural, y que además gozan de espectaculares playas. Podemos alcanzar Tabarca en barco: hay toda una flota que sale continuamente desde el mismo Alicante, pero también Santa Pola, Guardamar y Benidorm.
Los barrios de Santa Cruz y del Carmen son los más recomendable para disfrutar de la noche de Alicante, con una gran oferta de bares de copas. En el centro, la mayor concentración de locales de fiesta se encuentra en los alrededores de la Rambla cerca del puerto. También en la zona norte del Casco Antiguo hay zona de marcha, mucho más ambientada a locales de música rock en la "Ruta de la Madera".
No hay que olvidar que el principal reclamo turístico de Alicante son sus bellas playas. Muchos de los Hoteles en Alicante se encuentran cercanos a las playas y debes disfrutarlas. Quizá la más frecuentada por los propios alicantinos es la del Postiguet, muy cerca del centro. Pero sin duda la más espectacular es la Playa de San Juan que parece no tener fin y llega hasta El Campello.