¿Todavía te preguntas donde ir en Semana Santa? No te preocupes. Desde Rumbo vamos a echarte una mano presentándote los mejores destinos disponibles para esas fechas. Además, todos ellos los encontrarás sujetos a ofertas realmente interesantes que te permitirán disfrutar de la escapada que deseas durante el mes de abril. Sin duda, las vacaciones de Semana Santa son ideales para desconectar y coger impulso hasta la llegada del verano. ¡No desaproveches esta oportunidad que te ofrecemos!
Ubicada a poco más de 200 kilómetros de la frontera española, es un destino perfecto para disfrutar de unas magníficas vacaciones de Semana Santa. ¿Los motivos? El primero de ellos, sin duda, es que durante la primavera el clima en la ciudad es magnífico. Las temperaturas son templadas y la afluencia de turistas no es muy elevada. Una vez allí, la Torre de Belém, el Monasterio de los Jerónimos o el maravilloso barrio de Alfama te esperarán con los brazos abiertos. No desaproveches la ocasión para saborear su delicioso bacalao elaborado de cientos de formas diferentes. ¡Te chuparás los dedos!
Disfruta de una urbe que parece sacada de un cuento de hadas y en el que edificios tan espectaculares como el Palacio de Schönbrunn, el Palacio Beldevere o la Ópera Estatal te dejarán con la boca abierta. Tampoco desaproveches la ocasión de subirte en la noria del parque Prater. Una vez allí, repón fuerzas cada vez que lo necesites con un tradicional Wiener Schnitzel (escalope de ternera empanado) o una Rindsuppe (sopa de carne). Ambos platos son típicos. Recuerda que, en esta época, las temperaturas son más agradables que en invierno, pero que aún puede hacer un poco de frío. ¡Ve preparado!
La capital del estado de Baviera te brinda la posibilidad de conocer monumentos de la talla del Palacio de Nymphenburg o el Jardín Inglés. Y, cuando quieras disfrutar de una cerveza tradicional y de platos tan típicos como el brezel o la ensalada de patata kartoffelsalat, ve a Marienplatz, el auténtico centro neurálgico de la urbe. Al igual que sucede en Viena, durante la Semana Santa empieza a hacer calor en Múnich, aunque por la mañana y por la tarde el ambiente aún puede ser bastante frío.
La capital de Escocia es una de las ciudades más bellas de Europa. Recuerda que aquí, durante la primavera, el clima es bastante fresco y es posible que llueva, así que lleva contigo un abrigo y un paraguas para disfrutar tranquilamente de la magnificencia del Castillo de Edimburgo, del Palacio de Holyrood o del Arthur's Seat. No pierdas la ocasión de pasear todo lo que te apetezca por la Ciudad Vieja, la cual está repleta de pubs en los que saborear su deliciosa cerveza y de bares y restaurantes en los que comer arenques ahumados (kippers), y sopa de marisco (partan bree), que son los platos más tradicionales de la ciudad.
La capital de Dinamarca es otra ciudad excelente para disfrutar de unas magníficas vacaciones en Semaa Santa. Allí te esperan los espectaculares Jardines de Tívoli, la escultura de bronce de La Sirenita y el Palacio Amalieborg, entre otros muchos lugares de interés turístico. El clima es bastante templado en esta época, pero muy húmedo, así que también te recomendamos que lleves prendas de abrigo en tu maleta. Para entrar en calor y reponer fuerzas, nada mejor que entrar en un restaurante para saborear algunas delicias tradicionales de la zona como, por ejemplo, el estofado de ternera con patatas llamado Hvid Labskovs o el salmón marinado con eneldo y mostaza dulce denominado Gravad laks.
Si estás buscando ideas de viajes para Semana Santa, la capital del Reino Unido es siempre una apuesta segura. Y es que, una vez allí, te lo pasarás en grande subiendo a la que, probablemente, es la noria más importante del mundo. Hablamos, como no, de la London Eye, que ofrece unas vistas únicas. El Palacio de Westminster, el Big Ben, el Palacio de Buckingham, el Museo de Historia Natural... ¡te va a faltar tiempo para conocer todos esos monumentos que, hasta ahora, solo habías visto en postales! Una vez allí, no te olvides de probar los famosos fish and chips, que son revueltos de merluza rebozada con patatas fritas, y el roast beef, auténtica ternera a la brasa elaborada de forma tradicional.
Probablemente, esta bella ciudad polaca sea un destino más alternativo para la Semana Santa. Sin embargo, es igual de atractivo que los anteriores. Eso sí, recuerda que puede hacer bastante más frío, aunque lo llevarás bastante bien llenando el estómago con un clásico barszcz czerwony, el plato típico de la ciudad. Se trata de un caldo caliente de color rojizo elaborado, fundamentalmente, con remolacha. Esta delicia culinaria te proporcionará la energía que necesitas para disfrutar al máxima del Palacio de la Cultura y la Ciencia o el Ujazdów Park.
La isla de Sicilia, Italia, es una auténtica pasada. En ella podrás disfrutar de la belleza de ciudades tan emblemáticas como Palermo, su capital, o Taormina, junto a la cual se sitúa el volcán Etna. Sin duda, una visita indispensable durante tu estancia. Además, aquí suele hacer ya bastante calor durante la primavera y, en consecuencia, en Semana Santa, por lo que no es descabellado que puedas acercarte a cualquiera de sus maravillosas playas para disfrutar del sol y de un refrescante baño en las aguas del Mediterráneo. Más allá de las típicas pizzas y platos de pasta, no pierdas la ocasión de disfrutar de su tradicional ensalada de berenjena (caponata) y de sus buñuelos de garbanzo (panelle).
La capital de Bélgica y el centro neurálgico de la Unión Europea es otro destino maravilloso para visitar en Semana Santa. Mención especial merece, dentro de esta ciudad, la Gran Place, que está repleta de tiendas, pubs y restaurantes. Asimismo, no pierdas la ocasión de visitar la estatua de Manneken Pis, el auténtico símbolo nacional. Este es el lugar ideal para disfrutar también de la deliciosa cerveza belga y de platos tradicionales como los moules (mejillones con patatas fritas) o los carbonnades flamandes (carne estofada con cerveza belga). ¡Te chuparás los dedos!
Poco se puede decir sobre la capital de Italia que no se sepa ya. Si decides viajar allí en Semana Santa, te toparás con un clima muy templado y agradable que te permitirá disfrutar al máximo de los Museos Vaticanos y de la Basílica de San Pedro, de una ruta de compras por la Vía del Corso y, por supuesto, de un recorrido turístico por el Coliseo y las antiguas ruinas del Imperio Romano. Sin duda, este es el lugar perfecto para disfrutar de una auténtica pizza elaborada al estilo tradicional italiano.
En Praga te espera una de las catedrales más imponentes de Europa, así como el Reloj Astronómico más grande del mundo. El Castillo de Praga o el Puente Carlos son otros monumentos que no pueden faltar en tu itinerario de visita, por ejemplo. Lo normal es que, entre cada visita, sientas la necesidad de reponer fuerzas. ¿Qué mejor que hacerlo tomando algún plato tradicional como, por ejemplo, la sopa kulajda o salchichas utopenec? Todo ello, por supuesto, aderezado de una deliciosa cerveza local. Además, esta ciudad es bastante más económica que otras grandes capitales europeas. Recuerda que, durante la Semana Santa, puede hacer aún un poco de frío, aunque en las horas centrales del día es habitual que las temperaturas suban bastante.
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