España es el tercer país del mundo con más sitios declarados “Patrimonios de la humanidad”, algunos mundialmente famosos y aunque por ahora no podamos visitarlos, siempre vale la pena recordar la belleza del territorio. Así que en este post queremos llevarte a recorrer algunos de estos sitios que nos hacen sentir orgullosos y así, recordar que España es rico en historia, cultura y con parajes naturales únicos que nos estarán esperando cuando las cosas mejoren.
El arte mudéjar floreció en la Península entre los siglos XII y XVII. Ornamentación árabe y conservación de elementos artísticos propios del Cristianismo eran –y son- dos de las principales características de una manifestación única en el mundo, resultado de la fusión de la convivencia de tres culturas muy diferentes: cristiana, islámica y judía.
Una diversidad ecológica y paisajística única hacen que este Espacio Natural sea por derecho, y desde 1994, Patrimonio Mundial de la Unesco. Playas, dunas móviles, fósiles, matorrales, monte bajo y aves en peligro de extinción. El Parque de Doñana, situado en Andalucía, se extiende en la margen derecha del estuario del río Guadalquivir, cerca de su desembocadura en el Atlántico. Esta extraordinaria diversidad ecológica y paisajística lo han convertido en uno de los espacios medioambientales más emblemáticos del Viejo Continente y es una de las zonas húmedas más valiosas e importantes de Europa.
Durante el siglo IX, la llama del cristianismo siguió fuertemente perdida en un pequeño reino del norte de España, en Asturias, dando pie a una variedad artística bautizada como prerrománico. Los asturianos fueron así pioneros de un estilo que dejaría en estas tierras muestras muy representativas de sus líneas más características, que a día de hoy se conservan muy bien: las iglesias de Santa María del Naranco, San Miguel de Lillo, Santa Cristina de Lena, San Julián de los Prados, la Cámara Santa de la Catedral de San Salvador, en Oviedo, y La Enfolcada.
Las "manos" de este arquitecto catalán se reconocen en varios puntos de Barcelona. Este revolucionario de la arquitectura y las técnicas de construcción supuso una auténtica revolución a finales del siglo XIX y principios del XX, lo que ha valido que siete edificios planificados por Antoni Gaudí están inscritos en esta lista de la Unesco –entre 1984 y 2005. Su intervención no solo se deja notar en el propio diseño arquitectónico de los complejos, sino también en escultura, en artes decorativas e incluso en jardinería. Si habéis visitado Barcelona, es más que probable que hayáis visitado el Parc Güell o la Sagrada Familia. Son dos de sus obras más reconocidas.
En la comarca de la Conca de Barberá, entre Vimbodí y L’Espluca de Francolí, rodeado de densa vegetación y de numerosas fuentes y riachuelos, se alza Poblet, un impresionante conjunto arquitectónico considerado uno de los monasterios más grandes de Europa. Además fue residencia real, en la que han vivido los principales monarcas de la Corona de Aragón.
Forma parte de la Ruta del Císter, por lo que se puede organizar una ruta muy interesante que recorra los lugares más representativos de esta. Pasa por Santes Creus, llega a Poblet y le sigue Valona de les Monges. Se puede visitar de lunes a domingo y abre en unas horas muy concretas, por lo que es recomendable informarse antes para no encontrarse el lugar cerrado.
Los primeros asentamientos de los romanos tuvieron como destino la antigua ciudad de Tarraco. Llegó a ser un punto administrativo y mercantil de gran importancia en la España romana y fue el centro del culto imperial en la Península. Todo esto hizo que se realizaran numerosas obras y edificaciones de las que hoy se conservan restos de la muralla construida en el 218 a.C., el circo romano, un anfiteatro con capacidad para más de 14.000 espectadores, el teatro y la torre del Pretorio. Al norte de Tarragona, a unos cuatro kilómetros, está el Puente del Diablo y el acueducto de les Ferreres.
Este edificio se construyó entre 1482 y 1533 para comerciar este preciado tejido. La lonja de la seda es una de las joyas de la arquitectura gótica civil de España y se alza majestuosa en el corazón de Valencia.
Entre las provincias de Burgos, La Rioja y Soria se encuentra la sierra de la Demanda, un espacio natural protegido que aguarda entre sus muchos atractivos varios "Patrimonios de la Humanidad". Es aquí donde se alzan dos monasterios, el de San Millán de Yuso y Suso. Este sitio se considera cuna de la lengua española y de la literatura, con Gonzalo de Berceo, uno de los máximos representantes del mester de clerecía.
El Monasterio de Yuso –en castellano antiguo, el de arriba– está en la montaña, concretamente en la villa de San Millán de la Cogolla (provincia de La Rioja, en la margen izquierda del río Cárdenas) y mezcla románico y mozárabe. Por su parte, el de Suso –el de abajo–, se construyó como ampliación y alberga las reliquias de San Millan de la Cogolla.
En 1893 finalizaban las obras de un puente-transbordador monumental que está reconocido por la Unesco desde 2006. Diseñado por el arquitecto vizcaíno Alberto de Palacio y Elissague, tiene 45 metros de alto y 160 de largo y cruza el río Nervión en el estuario de Ibaizábal, al oeste de Bilbao. El modelo de construcción de infraestructuras similares en otros puntos del mundo es especialmente innovador en su tiempo por la utilización de cables de acero ligeros de torsión alternada.
El puente de Vizcaya está considerado como una de las realizaciones más importantes de la Revolución Industrial en lo que a arquitectura metálica se refiere. Uno de los iconos que conforman el imaginario colectivo en relación al País Vasco.
Considerado un "fósil viviente", este parque natural se encuentra en el corazón de la canaria isla de La Gomera. Acoge un bosque de laurisilva canaria –un ecosistema proveniente de la Era Terciaria que desapareció por los cambios climáticos– que ocupa más de 4.000 hectáreas, es decir, un 11% de la isla, y presenta más de 200 especies diferentes de flora. Las nubes y la niebla, prácticamente dos habitantes más del lugar, dotan de más encanto si cabe a este precioso paraje natural que está lleno de manantiales y arroyos debido a la gran humedad existente.